Sánchez Melgar y Navarro son los dos principales candidatos para sustituir a Maza
Julián Sánchez Melgar o José Ramón Navarro son los principales candidatos para sustituir al recién fallecido José Manuel Maza al frente de la Fiscalía General del Estado. Miguel Colmenero es otros de los perfiles con posibilidades en una elección que el Gobierno quiere tener cerrada con urgencia y donde llama la atención que muchos de los perfiles debatidos han tenido relación directa y experiencia en plazas de alto contenido nacionalista.
En esa misma lista han llegado a valorarse otros nombres como el de Grande Marlaska, que cuenta con el agrado de la Vicepresidencia del Gobierno, o el de magistrados míticos en el TS como Adolfo Prego -gran amigo de Maza-.
El palentino Julián Sánchez Melgar, magistrado de la Sala de lo Penal del Supremo, es uno de los grandes aspirantes al cargo que deberá mantener la acusación pública frente a los responsables del golpe separatista. Su prestigio está fuera de cualquier duda y cuenta con el visto bueno de Carlos Lesmes (presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo) y del propio presidente de la Sala Segunda del Supremo, Manuel Marchena.
Su figura aún se recuerda como ponente de la doctrina Parot. Ponente y fuerte defensor de la doctrina que permitió aplicar encadenadas las condenas de los terroristas etarras para evitar que los beneficios penitenciarios dulcificasen hasta extremos irrisorios las condenas de estos asesinos y secuestradores. Sánchez Melgar no dejó de argumentar a favor de la doctrina ni cuando la condenó el Tribunal de Estrasburgo en el caso de la etarra Inés del Río. Hay “algo que es sustancial con la justicia material, y lo es que no puede igualarse en su cumplimiento al autor de un solo asesinato que el seriado delincuente de 20 o más muertes a sus espaldas”, afirmó en aquel momento Sánchez Melgar. “¿Por qué van a ser iguales los autores de uno y de doscientos delitos? ¿Eso es justo? No. La interpretación de la ley no puede consentir esa solución. Las condenas se dictan para ser cumplidas, no para que resulten papel mojado”, subrayó el magistrado en una entrevista concedida en julio de 2012.
“Tuvo que reforzarse mi seguridad en un tiempo. Pero la doctrina no es mía, es de la Sala de lo Penal en Pleno del Tribunal Supremo, y se ha venido aplicando linealmente en muchísimos casos a partir de entonces. Para todos. La ley es igual para todos”, subrayó el hombre que podría tener que decidir sobre la acusación pública de quienes han efectuado un golpe de estado por creerse por encima de esa ley.
José Ramón Navarro, presidente de la Audiencia Nacional, es otro de los grandes candidatos. Nacido en Santa Cruz de Tenerife, ingresó en la carrera judicial en noviembre de 1991, tras ejercer como abogado durante más de seis años. De 1999 a 2004 fue titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Santa Cruz de Tenerife y desde diciembre de 2004 hasta mayo de 2013 presidió la Audiencia Provincial. En junio de 2013 fue nombrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), cargo que ocupó hasta llegar a su actual puesto como presidente de la Audiencia Nacional en 2014. De perfil dialogante, es uno de los candidatos que menos reparos debería arrancar del resto de partidos. Todo ello, pese a que el Gobierno ya ha filtrado que este cargo les corresponde designarlo al Ejecutivo de Mariano Rajoy, sin necesidad de pacto alguno.
Entre el resto de candidatos, también figura Miguel Colmenero, magistrado del Tribunal Supremo. Según fuentes del Alto Tribunal, de la Fiscalía y del Poder Judicial, no deben descartarse las posibilidades de Colmenero, que podría ser el mejor visto en el conjunto del TS. Con preparación y experiencia probadas, de perfil conservador, mantiene ciertos parecidos de edad y ascendencia con Maza. De 65 años de edad, procede de la carrera fiscal. Compitió con Marchena para presidir la Sala de lo Penal del Alto Tribunal. Como magistrado del Supremo, formó parte del tribunal que condenó a Garzón y ha sido ponente del caso de los ERE.
Otro de los posibles nombres que han sonado es el de Fernando Grande Marlaska. El vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, habló en una de sus últimas entrevistas del golpe separatista y su tratamiento procesal. Y lo hizo para criticar la “deslealtad” de los independentistas que quieren “socavar” y poner “en duda” las instituciones españolas “sin elementos objetivos y concretos”. Defendió la “imparcialidad” de la juez Carmen Lamela -una de las más odiadas por los separatistas por haber decretado la prisión incondicional para Oriol Junqueras y sus ex consejeros-: “Nadie está en la cárcel por opiniones o ideas, se imputan hechos”, aseguró frente a las críticas a la magistrada.
Grande Marlaska se ha convertido en un clásico de la Justicia. Por sus instrucciones en causas contra la banda terrorista ETA, por el bloqueo a las manifestaciones de la izquierda proetarra, por la intervención policial de Fórum Filatélico, o por el accidente del avión Yak-42.
Algunos sectores siguen apostando por el fiscal del Supremo Luis Navajas, totalmente comprometido y centrado en la gestión del proceso contra el golpe de Estado separatista y que ha asumido provisionalmente la Fiscalía General del Estado; por Pilar Jiménez Bados, fiscal superior de la Fiscalía de Cantabria y que ha estado destinada en las Fiscalías de Sevilla y Bilbao; por María Ángeles Montes, ex fiscal superior del País Vasco, que fue una de las candidatas a sustituir al dimitido Manuel Moix en la Fiscalía Anticorrupción; o por el Fiscal Superior de Canarias, Vicente Garrido.