Impuestazo a las carreteras: las subvenciones de Montero equivalen al coste de la autovía Madrid-Valencia

El Ministerio de Igualdad tiene previsto destinar cerca de 18 millones de euros a subvenciones en 2021, tal y como figura en el Plan Estratégico elaborado por el departamento que dirige Irene Montero. Ese es, según los cálculos de la patronal española de conservación de infraestructuras, el mismo coste que supone mantener al año los 355 kilómetros de la autovía A-3 que une Madrid y Valencia. Un tramo que quedará afectado por el impuestazo en forma de peajes que el Gobierno quiere cargar al contribuyente para hacer frente a estos gastos.

El coste de las carreteras, asegura el Gobierno, se ha convertido en un problema para la sostenibilidad de las arcas públicas. Ese gasto acumula un déficit de 8.000 millones de euros y cada año supone un impacto en los Presupuestos de más de 800 millones. Las vías más caras de mantener son las autovías, aquellas por las que circula el mayor número de vehículos particulares y de transporte.

Según los cálculos que ha realizado la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX), patronal del sector, el coste aproximado del mantenimiento anual de estas autovías estatales es de 50.000 euros por kilómetro. Un coste que desde ACEX han recomendado al Gobierno elevar hasta los 80.000 euros. Argumentan que el mantenimiento preventivo ahorra a largo plazo grandes desembolsos de dinero público en reparaciones de envergadura.

Tomando de base esos 50.000 euros por kilómetro -el coste es menor para las vías autonómicas o comarcales-, es posible calcular el gasto en mantenimiento anual en una de las autovías de mayor tránsito de España: la A-3 que une Madrid con Valencia. Los 355 kilómetros de trazado arrojan un coste integral anual de 17.750.000 euros.

El peaje de 5 millones de conductores

Se da la circunstancia de que esos casi 18 millones de euros son la cifra equivalente al desembolso de dinero público previsto por el Ministerio de Igualdad en su Plan Estratégico de Subvenciones (2020-2023), que rige las ayudas que el departamento de Irene Montero aportará a asociaciones y fundaciones durante toda la legislatura. Esos 18 millones están presupuestados sólo para 2021.

El documento de Igualdad desgrana detalladamente las líneas de actuación de esas subvenciones. Por ejemplo, la partida de subvenciones «para apoyar al movimiento asociativo y fundacional mediante ayudas económicas para el mantenimiento y funcionamiento de sus sedes, con el objetivo de potenciar y fortalecer dicho tejido asociativo, así como su capacidad para participar en todos los ámbitos de la sociedad», está dotada con 1,6 millones de euros.

Los planes para los peajes en autovías que prepara el Gobierno contemplan, por ejemplo, un coste de 3,5 euros a cada vehículo por transitar esos 355 kilómetros -a céntimo por kilómetro-. Ese impuestazo supondría cargar a 457.000 conductores el importe equivalente a esa subvención de Igualdad a las asociaciones feministas para el mantenimiento de sus sedes. Para cubrir íntegramente el gasto en subvenciones de Igualdad haría falta el desembolso del peaje Madrid-Valencia de más de 5 millones de conductores.

Peajes de género

El Gobierno de Sánchez ha vestido su propuesta de peajes, que ya tiene en sus manos Bruselas, con un significativo impacto de género. Los peajes ayudarán a mejorar la calidad de vida de las mujeres y su igualdad frente al hombre, tal y como desarrolla el Ejecutivo en uno de los apartados del programa enviado, en el que analiza el impacto de género de la conservación de las vías.

Según concluye textualmente este plan, «no existe en ningún organismo estadísticas sobre el distinto uso de las carreteras de ningún tipo, por hombres y mujeres, dado que los sistemas de conteo de vehículos sólo miden el paso de vehículos por una banda de intensidad media de tráfico diario (IMD), y en base a esos datos, que no tienen en cuenta si conduce un hombre o una mujer, se toman las decisiones».

Sin embargo, a continuación se consideran «dos factores que pueden incidir en la igualdad entre hombres y mujeres». «Por un lado, con carácter general, son las mujeres las que sociológicamente se ocupan, en las zonas rurales, de llevar a los hijos y a las personas dependientes, a médicos, colegios, centros asistenciales, etc., por lo que será este colectivo quien más sufra la escasez de carreteras o sus malas condiciones y, por tanto, quien más necesitado esté de este tipo de inversiones. Por otro lado, la mejora de las carreteras va a redundar en la disminución del tiempo a utilizar en este tipo de desplazamientos, hecho que contribuirá a que los hombres se involucren en mayor medida en la realización de este tipo de labores».

El Gobierno de Sánchez determina así que «las actuaciones financiadas con este programa presupuestario ayudarán a la vertebración de los territorios y a la movilidad de la población tanto femenina como masculina, lo que redundará en la mejora de las condiciones laborales y personales de ambos sexos».