Espionaje con Pegasus

ERC apunta a Sánchez tras saberse espiada durante la investidura: «¿Tuvo información privilegiada?»

Durante las negociaciones, Rufián apuntó en alguna ocasión que se sentían vigilados y espiados

ERC perdonará a Sánchez el espionaje si le garantiza por escrito impunidad para el golpismo

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Joan Guirado

Las explicaciones de la directora del CNI, Paz Esteban López, no han convencido a ERC. Y la guerra interna en el Gobierno por el espionaje no les tranquiliza. Al partido de Oriol Junqueras se le está agotando la paciencia y apuntan directamente al presidente del Gobierno, al que le exigen que dé la cara «de forma urgente».

La confirmación de que fueron espiados con autorización judicial ha molestado tanto en el Palau de la Generalitat como en el número 66 de la calle Calabria de Barcelona, sede de ERC. El enfado, principalmente, se circunscribe a que «nos espiaron en plena negociación de la investidura y jugaron con ventaja». Están dispuestos a «abandonar a [Pedro] Sánchez a su suerte]».

En ERC pocas veces habían hablado con tanta contundencia contra sus socios. En esto «hay alineación total con Podemos», aseguran. Pero los morados no parecen estar dispuestos a hacer saltar la legislatura por los aires. Aunque de la comparecencia de Paz Esteban también han salido enfadados. El presunto caso de espionaje está tensando las costuras del pacto de investidura y los independentistas, junto a Bildu y quizá los morados, no le van a poner las cosas fáciles al presidente.

“Alguien tiene que aclarar si cuando nos reuníamos para negociar la investidura de Sánchez y la mesa de negociación… ¿la delegación del PSOE disponía de información privilegiada procedente de ese espionaje?” apuntan. Gabriel Rufián, durante esas semanas, apuntó en alguna ocasión que se sentían vigilados y espiados. «Sin explicaciones serias y creíbles, que disuelvan todas las dudas, nosotros no vamos a estar». Y hay leyes, como la de Memoria Histórica o la de Presupuestos, que sin ERC no salen.

Aragonés apunta a Sánchez

El nombre más relevante de entre los espiados, el ahora presidente Pere Aragonés, ha afirmado en un comunicado «que es inaplazable la asunción de responsabilidades». Dice el dirigente de ERC «que esta información confirma y aumenta la gravedad del caso de espionaje masivo por parte de España contra las instituciones catalanas y el independentismo» ya que es «una flagrante vulneración del derecho a la intimidad, de participación política e institucional, tanto de las personas espiadas como de todas aquellas que se han relacionado».

El jefe del Ejecutivo regional catalán apunta ya a Pedro Sánchez: «Es urgente recibir todas las explicaciones públicas sobre esta cuestión, así como saber quién dio su autorización política y quién tenía constancia» En el entorno del presidente catalán han hecho llegar a Moncloa en privado, que se desentiende de todo, que “esto era inadmisible”.

El enfado que hay, en las filas separatistas, es importante. Y necesitan evidenciarlo para “no parecer tontos”. El devenir de la política catalana, con la inminente apertura de juicio oral contra Laura Borràs, que puede provocar un horizonte electoral cercano, obliga al jefe del gobierno catalán a elevar el tono de voz tras un año y medio de colaboración recíproca con el Estado. Unas más que posibles elecciones este mismo año en Cataluña, en el terreno independentista, se jugarán sobretodo “en la dignidad”.

Desde la Plaza Sant Jaume y ERC admiten que “la confianza -que ya se había ido reduciendo a marchas forzadas- ha quedado ahora muy tocada”. Aunque Pedro Sánchez, en su última intervención en el Congreso, exigió al portavoz separatista Gabriel Rufián «reconstruir» esa confianza. En ERC se sienten «engañados y defraudados» por los socialistas «porque no están cumpliendo con su palabra».

Pero a menos de que los socios de investidura hagan saltar por los aires el mandato que tiene Sánchez, provocando unas elecciones anticipadas que el presidente rechaza de todas todas, la realidad es que las cosas se le ponen cada vez más complicadas al PSOE para gobernar el año y medio que queda hasta diciembre de 2023. El caso de espionaje a los separatistas catalanes, es decir a sus socios, se suma al ninguneo al que tiene sometidos a sus otros socios, los de Gobierno, Podemos.

El vaso de la paciencia está al borde del derrame y en cualquier momento se puede quedar completamente solo. Pocos ponen la mano en el fuego por que la coalición acabará la legislatura unida. La duda es si los morados apurarán al máximo para mantener sus privilegios o si provocarán el adelanto electoral dejándole solo y en evidencia.

Agenda del Congreso

La agenda legislativa que se había reservado el Gobierno para este tramo final de la legislatura es muy importante y con unas políticas progresistas que necesitan del apoyo de sus aliados. Si Sánchez se queda solo tendrá que elegir entre resistir con un parlamento en contra o ir a las urnas obligando a renunciar a parte de sus promesas y en medio de un escenario económico impredecible y malo para sus intereses.

Aunque él siempre ha defendido su voluntad de agotar el mandato, que expira a finales del año que viene, también es cierto que ha supeditado eso a “si me dejan”. Y empiezan a ponerle demasiadas zancadillas, fruto de “su actitud arrogante, altiva e imponedora”.

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