El Ejército envía a sus ‘boinas verdes’ dos meses a una selva de Sudamérica para entrenarse en combate

Con las Fuerzas Armadas españolas desplegadas en 17 misiones internacionales a lo largo del mundo, todo militar debe estar preparado para desempeñar su labor en cualquier terreno. Pero en el caso de las unidades de operaciones especiales, los boinas verdes en el caso del Ejército de Tierra, su capacidad para desenvolverse en todos los escenarios es esencial para su misión. Desde montañas nevadas a desiertos, pasando por selvas, como la de Guayana Francesa, donde han estado desplegados miembros españoles del Mando de Operaciones Especiales en un intenso y duro curso de combate de 9 semanas de duración.

Durante esos dos meses, un grupo de boinas verdes españoles han compartido maniobras y ejercicios con militares de otros países invitados por Francia a la selva de Guayana. Este curso, organizado e impartido por la Legión Extranjera gala, es uno de los más emblemáticos a nivel internacional y el más valorado como experiencia de combate en ámbito selvático, ya que la selva amazónica cubre el 90% del territorio de esta región francesa de ultramar.

El despliegue se ha desarrollado entre los meses de febrero y abril, finalizando hace tan sólo unos días. En ese tiempo, los boinas verdes se han enfrentado a todo tipo de desafíos para su supervivencia. Han tenido que cazar animales salvajes y aprender a cocinarlos, cruzar caudalosos ríos a pie, atravesar grandes extensiones de selva virgen, construir refugios improvisados y aplicar primeros auxilios adaptados a los riesgos del terreno. Y además, claro está, a desempeñarse en combate cuerpo a cuerpo y con armas de fuego.

Los participantes españoles, que ya están de vuelta en sus unidades, han sido sometidos junto a sus otros compañeros extranjeros a situaciones límite como tener que permanecer durante horas dentro de aguas frías.

Según ha difundido el 3er Regimiento de Infantería de la Legión Extranjera, los participantes han recibido el certificado Jaguar en el patio de armas de la base principal de esta unidad en Guayana. «Ahora son expertos en combate en un entorno ecuatorial a nivel de líder de pelotón. Al final de una fase de entrenamiento de dos semanas durante la cual los alumnos se enfrentaron a este nuevo entorno, continuaron con una intensa fase de combate que, después de revisiones teóricas y prácticas, los llevó a realizar misiones tácticas a nivel de sección», señala la unidad militar francesa.

Tras la fase de instrucción, que se realizó en Martinica, los miembros de operaciones especiales españoles participaron en el ejercicio Desperado, en el que se puso en práctica todo lo aprendido.

Y carros en Letonia

Mientras, a casi 9.000 kilómetros de distancia, los carros de combate y blindados del Ejército español se entrenan en otro escenario totalmente diferente. Las unidades desplegadas en la base militar de Adazi (Letonia), a apenas 60 kilómetros de la frontera con Rusia, han realizado una serie de ejercicios con fuego real, acompañados de zapadores e ingenieros, en las que han practicado la defensa del terreno ante una posible invasión. El Ejército de Tierra ha difundido las imágenes de las maniobras, en las que han participado otros países de la OTAN.

Carros de combate Leopard 2E, obuses autopropulsados M-109, blindados de transporte y un nutrido grupo de infantería ha estado practicando la construcción y destrucción de trincheras alambradas, similares a las que podrían encontrarse en un hipotético escenario bélico contra Rusia en Letonia.

El ejercicio, tal y como ha informado el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), «ha consistido en diferentes actividades orientadas a la construcción de obstáculos, el conocimiento de las cargas especiales de ingenieros usadas por los distintos países, así como prácticas de explosivos para utilizar las mismas y para abrir brecha en los obstáculos tendidos anteriormente. Además, se contó con la asistencia de drones para poder observar los trabajos de cada unidad implicada mientras se realizaban».