Duque hizo ‘un Celaá’: ocultó en su declaración la sociedad que compatibilizó con el cargo de ministro

El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, oculta en su declaración oficial su participación en Astrocamp Venture SL, la sociedad profesional que gestionó de forma ilegal tras tomar posesión de su cargo. Duque, como reveló OKDIARIO, es propietario a día de hoy del 30% de las acciones de la empresa.

Sin embargo, su declaración -publicada en el Boletín Oficial del Estado- no refleja esa participación, como sí ocurre, por ejemplo, con Copenhague Gestores Inmuebles SL, la sociedad patrimonial que Duque creó con su mujer, la embajadora en Malta, Consuelo Femenía, para la compra de dos viviendas de lujo para uso personal, revelada en exclusiva por este periódico. 

Esa participación aparece registrada en la casilla ‘Acciones y participaciones en capital social o en fondos propios de entidades jurídicas negociadas’ y, efectivamente, por el valor que le corresponde, 525.000 euros. En ese epígrafe, Duque tendría que haber computado también la sociedad Astrocamp Venture SL.

El ministro declara 37.628 euros en bienes inmuebles -una cifra pírrica ya que sus bienes principales figuran a nombre de la sociedad- y 661.519 euros en ‘acciones y participaciones en el capital social o en el fondo patrimonial de I.I.C. negociadas’, además de 69.000 euros en ‘demás bienes y derechos de contenido económico’, donde se computan, por ejemplo, los planes privados de pensiones. La declaración no recoge ningún pasivo.

El pasado 7 de septiembre -tres meses después de su toma de posesión- Duque cedió el poder en la compañía a su socio, Antonio Rodríguez Bueno, que en estos momentos ejerce de administrador único.

Sin embargo, a día de hoy, en el Registro no consta ninguna venta por la cual el ministro pudiera haber prescindido de sus acciones. De hecho, y según los datos, posee un paquete de participaciones que, junto a Rodríguez Bueno, le permite tener aún el control de Astrocamp. Desde el ministerio han evitado dar explicaciones excusando que se trata de una «cuestión privada del ministro».

Según los datos a cierre de 31 de diciembre de 2017, el capital social de Astrocamp Venture SL está compuesto por 52.995 participaciones sociales de 1,00 euros de valor nominal cada una. Y según consta también en el Registro: «A 31 de diciembre de 2017, las participaciones se encuentran repartidas del siguiente modo: Helgean Development S.L.: 30,00% de las participaciones. D. Pedro Francisco Duque Duque: 30,00% de las participaciones. […]”.

La firma presentó cuentas en 2017 reflejando unos activos de 330.507,36 euros, una cifra de negocio de 195.800,04 euros y recogiendo como gastos corrientes un volumen que reduce notablemente el pago del Impuesto sobre Sociedades: y es que con 40.677,78 euros pagados en concepto de gastos de personal y 81.447,87 euros como “otros gastos de explotación”, lo cierto es que sólo 46.936,59 euros integran la base imponible y el pago del Impuesto de Sociedades se limita a 15.819,02 euros.

Con la gestión de Astrocamp, el ministro vulneró durante tres meses -de junio a septiembre- la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos, que obliga a una «dedicación exclusiva al cargo»: «Los altos cargos ejercerán sus funciones con dedicación exclusiva y no podrán compatibilizar su actividad con el desempeño, por sí, o mediante sustitución o apoderamiento, de cualquier otro puesto, cargo, representación, profesión o actividad, sean de carácter público o privado, por cuenta propia o ajena”, se advierte, en su artículo 13.

Astrocamp Venture SL es una sociedad profesional con sede en Albacete, constituida en noviembre de 2009 y calificada como «microempresa», dedicada al desarrollo de  actividades científicas y tecnológicas, lo que genera además la sombra de un conflicto de interés. Duque ocupó en la empresa los cargos de presidente, consejero delegado y consejero, hasta el último, como administrador.

La omisión en la declaración oficial -sin duda la más importante a efectos de transparencia de los miembros del Gobierno- no es la única. Tampoco hay rastro de la sociedad en el currículum del ministro en el Portal de Transparencia. Los datos vertidos en ese Portal son esenciales para comprobar si los altos cargos incurren en incompatibilidades.