El Defensor del Pueblo catalán pide a la comisaria de Derechos Humanos que investigue la violencia policial

CDR enaltecimiento
La comisaria europea de Derechos Humanos del Consejo de Europa, la bosnia Dunja Mijatovic @Getty

La hoja de ruta del procés independentista sigue su curso. El Defensor del Pueblo de Cataluña (Sindic de Greuges-Síndico de Agravios), el ex dirigente comunista Rafael Ribó, pide ahora por carta a la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, la bosnia Dunja Mijatovic, que investigue la actuación policial en los violentos disturbios de Cataluña.

Ribó afirma en su misiva que hubo “muestras de violencia policial” en Vía Layetana de Barcelona, pero omite que los agentes antidisturbios hicieron uso de la fuerza al verse rodeado por los activistas independentistas de los CDR y ‘Tsunami Democràtic’.

Tampoco le informa a la responsable de la institución europea de Estrasburgo que los manifestantes hicieron uso de objetos más contundentes que las pelotas de goma como canicas de acero o barras de hierro y que levantaron barricadas con contenedores que luego incendiaron.

El intercambio epistolar entre Ribó y Mijatovic era previsible después de que ambos se reunieran en Estrasburgo en junio pasado para analizar la situación política en Cataluña. En aquellas fechas, los independentistas ya habían trazado un plan con una hoja de ruta para responder en la calle e influir en instituciones internacionales. Para ello cuentan con la ayuda de toda la maquinaria del especulador de las finanzas, George Soros.

Mijatovic, como adelantó ayer OKDIARIO, presenta un perfil profesional muy próximo a los intereses del filántropo multimillonario. La comisaria ha colaborado en el pasado con Open Society Foundation y con otras organizaciones financiadas por Soros.

A favor de las tesis independentistas

Sin ir más lejos, la comisaria europea de Derechos Humanos se ha pronunciado recientemente a favor de las tesis de los independentistas catalanes dando por válido que los agentes antidisturbios han ejercido en Cataluña “un uso desproporcionado de la fuerza contra los manifestantes”. Así lo afirmaba con rotundidad en uno de sus mensajes en las redes sociales.

Mijatovic manifestaba que se sentía preocupada “por los ataques contra periodistas y el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía contra los manifestantes de Cataluña”. Y sentenciaba: “Todos deberían participar en la reducción de las tensiones. Las autoridades españolas deberían proteger”.

Con esas palabras, la máxima dirigente del organismo más importante de Europa en materia de Derechos Humanos pretendía colocar en un mismo nivel a las revueltas violentas de los radicales de ‘Tsunami Democràtic’ y de CDR con el ejercicio legal y democrático de las Fuerzas de Orden Público.

La bosnia Mijatovic reivindicaba así mismo, posiblemente en un déjà vu de la Guerra de los Balcanes, la “protección de los derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica durante las manifestaciones de la semana pasada en Cataluña”, como si hubieran sido vulnerados en algún momento por el Ejecutivo y las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Mijatovic examinará la sentencia del 1-O

En su misiva a la comisaria europea Ribó le informa de manera tergiversada sobre una resolución aprobada en 2013 por el Parlamento catalán que prohibía a los Mossos del uso de pelota de gomas contra los manifestantes.

Sin embargo, el Sindic omite que quienes, realmente, utilizaron ese material antidisturbios fueron los agentes de la Policía Nacional, que se rigen con otras normas del Estado que no limitan su utilización. Sólo pueden hacer uso de ellas en momentos de máxima gravedad como fueron las algaradas violentas de los activistas independentistas.

Pero el colmo de la desfachatez de Ribó le lleva a invitar a la comisaria de Derechos Humanos a asistir a un seminario en Barcelona sobre la sentencia del Tribunal Supremo, que ha condenado a los golpistas con todas las garantías procesales, que su institución piensa organizar en noviembre en las instalaciones del Sindic de Greuges.

El ex dirigente de la izquierda catalana le comunica en su carta a Dunja Mijatovic que durante la conferencia se examinará “con detalle la sentencia” y “su posible repercusión en el ejercicio de derechos y libertades”.

A la espera de una nota de protesta de Moncloa

Ante todos estos ataques al Estado de Derecho y a las leyes españolas, el Gobierno de Pedro Sánchez sigue sin hacer pública una nota de protesta frente a los movimientos de Dujan Mijatovic y Rafael Ribó.

España cuenta con un embajador en Estrasburgo ante el Consejo de Europa y con una delegación en la Asamblea Parlamentaria, que está presidida por el socialista Antonio Gutiérrez Limones.

Irene Lozano, la secretaria de Estado de la España Global que, en teoría, entre otros cometidos, contempla el de la defensa de la imagen internacional de España, debería remitir a la institución de Estrasburgo una queja formal por las declaraciones ofensivas de la comisaria Mijatovic.

Sánchez conoce de cerca las organizaciones internaciones no gubernamentales porque en una etapa de su vida colaboró con ellas. En 2011 formó parte de una delegación del National Democratic Instituto (NDI), que hizo un seguimiento a las elecciones en Marruecos para supervisar la legalidad del proceso. La delegación representaba al lobby del Partido Demócrata americano.

El vínculo del presidente del Gobierno con Soros se vehiculó principalmente a través del NDI, la fundación del Partido Demócrata norteamericano con sede en Washington, y de Nicholas Whyte, que fue a finales de los 90 director del Instituto demócrata en Croacia. Sánchez fue observador del NDI en procesos electorales en Marruecos y Jordania

A finales de los 90, cuando Sánchez tenía tan sólo 24 años, fue asistente de Carlos Westendorp, durante su cargo de Alto Representante Internacional para Bosnia y Herzegovina de las Naciones Unidas en el proceso de pacificación de la entonces Yugoslavia. En la delegación de Sarajevo y en sus continuos viajes a Nueva York, donde el diplomático fue nombrado embajador de España ante la ONU, Sánchez fue urdiendo sus relaciones internacionales con gente próxima a Soros. La comisaria Mijatovic nació en Bosnia y en aquellos de Sánchez en Sarajevo era dirigente de ONG en un país que salía de una guerra civil.

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