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Si en tu banco te dicen esto has caído en la trampa: un experto economista explica lo que debes responder

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Blanca Espada

España vive una crisis de vivienda más que evidente pero a pesar de ello, todavía son muchas las personas que intentan tener acceso a la compra de un piso o una casa mediante la solicitud de una hipoteca. La clave para lograrla está en tener todo lo que nos pida el banco y que el importe de cuota que nos salga a pagar sea asumible. Pero una vez concedida, con las llaves de nuestra casa en la mano puede que la ilusión nos haga olvidar cosas que a la larga van a cobrar importancia, como la posibilidad de amortizar en el pago de esa hipoteca, algo de lo que pocas veces se habla y que muchas veces nos lleva a una trampa con el banco de la que ha querido advertir una economista

De ese asunto se habla poco, quizá porque no interesa demasiado a las entidades. Y sin embargo, es una de las decisiones que más impacto tienen en el bolsillo del cliente. A simple vista parece un trámite secundario, un detalle más en el contrato. Pero en realidad es una cuestión que puede ahorrarnos miles de euros o, por el contrario, mantenernos durante décadas engordando las cuentas del banco. La economista Lorena Álvarez lo ha explicado con claridad en sus redes sociales: cuando se trata de amortizar nuestra hipoteca hay dos formas y no son equivalentes. Una sirve para acortar los años de hipoteca y reducir de manera considerable los intereses totales. La otra da un respiro inmediato al reducir la cuota mensual, pero a costa de seguir pagando durante el mismo tiempo. La trampa, advierte, es que el banco suele recomendar la segunda opción, cuando lo más conveniente para el cliente suele ser la primera.

Si en tu banco te dicen esto has caído en la trampa

Cuando se habla de amortizar plazo, la idea es clara: seguir pagando la misma cantidad todos los meses, pero durante menos años. Según Álvarez, esta es la jugada más ventajosa para el hipotecado porque reduce de manera drástica los intereses totales que se terminan abonando al banco. En la práctica, significa recortar varios años de deuda y, con ello, evitar el pago de intereses que ya estaban previstos en el contrato inicial.

El alivio no se percibe tanto en el día a día (porque la mensualidad sigue siendo la misma), pero sí se nota a medio y largo plazo. La economista lo resume en una frase contundente: «La reducción de los intereses totales va a ser muy muy considerable».

Amortizar cuota: el respiro inmediato que beneficia al banco

La otra alternativa es amortizar cuota. Aquí lo que se consigue es que el recibo mensual baje, lo que da cierto oxígeno a la economía familiar. Puede resultar tentador, sobre todo en hogares que sienten presión cada mes con los pagos. Sin embargo, el efecto en los intereses es mucho menos atractivo.

En este caso, la duración de la hipoteca no cambia: se siguen pagando los mismos años. Y aunque la cuota baja, el banco continúa recibiendo una suma importante de intereses durante todo ese tiempo. En palabras de Álvarez, «la reducción total de los intereses no es tan interesante como en el caso anterio». Es decir, se gana en liquidez mes a mes, pero se pierde en ahorro a largo plazo.

Lo que realmente quiere el banco

El punto clave está en entender qué busca la entidad financiera. Según la experta, los bancos no son neutrales en este asunto. «El banco quiere que no amortices absolutamente nada», asegura Álvarez. Y si el cliente lo hace, la preferencia es evidente: que elija amortizar cuota. La razón es simple: de esa manera la entidad garantiza seguir cobrando intereses durante el mismo periodo de años.

Para el cliente, en cambio, la mejor estrategia es justo la contraria. Amortizar plazo es lo que permite recortar intereses de forma significativa y cerrar la hipoteca antes de tiempo. La diferencia, según los cálculos que muestran economistas como Álvarez, puede ser de varios miles de euros, una cantidad nada despreciable en un contexto de tipos de interés elevados y presupuestos familiares ajustados.

La importancia de la negociación inicial

Otro aspecto que a menudo se pasa por alto es que estas opciones no siempre están disponibles de forma automática. Depende de lo que se haya pactado al firmar la hipoteca y de la flexibilidad que permita cada banco. De ahí la insistencia de Álvarez en revisar las condiciones desde el principio y, si no están claras, exigir que se incluyan.

Para quienes ya tienen una hipoteca firmada, todavía puede haber margen: acudir a la entidad y renegociar es posible en muchos casos, aunque no siempre sencillo. Lo que sí está claro es que cuanto antes se aclare este punto, mejor. En palabras de la economista: “Negociarlo al principio de la hipoteca es primordial”.

@lorenaalvarezfinanzas Amortización de hipoteca. ¿Qué es mejor, amortizar plazo o cuota? Te cuento todo lo que tienes que saber en este vídeo 📣. #finanzaspersonales #coachingfinanciero #ahorro #hipoteca #amortización ♬ sonido original – TuRincónFinanciero

 

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