Ni la industria ni los servicios recuperaron el nivel prepandemia en 2022, alertan los economistas
La economía española todavía sigue en la Unidad de Cuidados Intensivos. A pesar de que el PIB puede crecer hasta un 1,5% este año, continúa estando lejos de recuperar el nivel anterior a la pandemia. Salvo el sector primario, el único que destaca en este sentido, ni la industria, ni los servicios ni siquiera el turismo, que ha logrado mejorar sus cifras notablemente, han conseguido llegar a los registros de 2019, según los resultados del último Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas de España.
De acuerdo con este informe, y a nivel agregado, España todavía no consigue replicar los niveles de PIB real de 2019. Este es un caso insólito en la zona euro, en la que todos los estados están ya por encima de las cifras de entonces, y constituye una refutación en toda regla del optimismo que destila el presidente Sánchez y su número dos, Nadia Calviño, sobre la supuesta fortaleza de la economía nacional, que en su opinión supera en términos de crecimiento así como en descenso de la inflación al resto de los socios.
Según los economistas, los precios se han incrementado desde 2019 cerca de un 12% acumulado para el cierre de 2022 y esto, a su vez, explicaría una parte del aumento de la cifra de negocios que eleva la tasa de variación interanual de septiembre al 31,1%. El empleo por su parte denota cierta mejoría, aunque las horas trabajadas efectivas semanales, desde el tercer trimestre 2019 al mismo periodo de 2022, únicamente han aumentado un 0,85%. El sector primario es el único sector agregado que aumenta su PIB sectorial respecto a 2019. También se produce un crecimiento de los precios, como demuestra el último dato disponible del Índice General de Precios Percibidos Agrarios, en máximos de toda la serie 2019-2022. El empleo en este sector cae, al igual que el peso de empleados sobre el total de ocupados de España, pasando en el periodo examinado del 3,8% al 3,5%.
En cuanto al sector industrial incluyendo la construcción, su PIB en el tercer trimestre de 2022 se encuentra un 5,28% por debajo de la cifra del mismo intervalo de 2019, siendo un -12,24% en el caso de la construcción. Los precios industriales también recogen una apreciación fuerte. La cifra de negocios recoge esta sensibilidad al precio, causando aumentos destacables respecto a 2019. El empleo de este sector no ha experimentado ningún cambio sustancial. Respecto al total nacional, la industria representa el 14,2% de los empleados, y la construcción el 6,7%.
Y en lo que respecta al sector servicios, en el tercer trimestre de 2022 el PIB real todavía está un 0,54% por debajo de 2019. La cifra de negocios también crece sin apreciarse por el momento tendencia a la baja y, en cuanto al empleo, ha sido el más dinámico, con aumento de un 4,23% en el número de trabajadores y un incremento de su importancia relativa sobre el total de ocupados desde el 75,2% en 2019 hasta el 76,3% de 2022. El turismo es la actividad que va más adelantada: la ocupación hotelera está prácticamente a niveles de 2019, y los ingresos se sitúan por encima de los de hace dos años en cuanto a media por turista, pero los economistas consideran que estos incrementos se deben al factor precio más que al número de camas, pues no se observa incremento en la capacidad del sector.
El Colegio de Economistas no es optimista sobre el déficit público español, que se situará en el 4,3% este año -muy por encima de los países de nuestro entorno-, y prevé que la inflación será del 4,8% en 2023, por debajo de la UE, pero todavía muy alta y rodeada de incertidumbres como los precios de la energía y la evolución de otra clase de costes cuya evolución es imprevisible. Pero el indicador que induce más pesimismo es el de la tasa de paro. A pesar de la evolución relativamente favorable del empleo, esta no bajará del 12,7% de la población activa, el nivel más elevado de todos los comparables. En la Eurozona, por ejemplo, el desempleo será del 6,6%, del 4,9% en los países industrializados que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico -OCDE-, y en Alemania, por citar un caso emblemático y destacado, se situará en el 3% a finales del presente ejercicio.