OPINIÓN

¿Cómo le ha ido la economía española en el 2022? ¿Qué le espera en el 2023?

economía española
Economía española.

Con el broche puesto al 2022, toca hacer balance del incierto ejercicio que acabamos de finalizar, así como de las previsiones que anticipan algunas cuestiones relativas al nuevo año que acabamos de comenzar.

El 2022, como bien sabemos, ha sido un año intenso y cargado de retos, pero el 2023, como anticipan los analistas y los principales organismos, entre los que podemos destacar al FMI, al Banco Mundial o a la OCDE, no pretende quedarse atrás. Y es por ello, así como por esa incertidumbre citada, que hemos de hacer balance de este nuevo año y del siguiente; pues dicho balance se hace más preciso aun cuando apartar la vista del escenario, como hemos visto en estos años pasados debidos a esa incertidumbre citada, significa perderse sucesos que determinan la evolución final de esta economía.

Dicho lo anterior, el 2022 no ha sido un mal año para la economía española.

El dato de PIB anticipado para el cierre del 2022 nos dice que la economía española, aproximadamente, crecerá este año más del 5%. Con el dato en la mano, y contrastándolo con otros que también se han publicado, hablamos de una cifra que sitúa a la economía española muy por encima de los grandes países del entorno, de la media de la eurozona y de las economías más avanzadas. Además, las proyecciones que se han ido publicando para los próximos ejercicios, pudiendo destacar entre estas la última, publicada recientemente por Bank of América, sitúan a la economía española a la cabeza de la Unión Europea; quitando el puesto de locomotora económica a Alemania para el próximo ejercicio y el siguiente.

En lo que respecta al empleo, y atendiendo a ese dato de PIB, la intensa reapertura de la economía, en adición a la gran demanda que ha registrado la economía española durante el pasado ejercicio, han provocado que las empresas en el país generen empleo. De hecho, si cogemos las cifras de empleo registradas y las contrastamos con las que muestra la serie histórica, hablamos de que el país ha cerrado el ejercicio con cifras que podemos considerar cifras récord; pues, con un total de 20,29 millones de trabajadores dados de alta en la Seguridad Social, España ha registrado la mayor cifra de empleo de toda la serie histórica.

Además, como ocurre con el PIB, las proyecciones para el 2023, aunque contemplan una moderación en los crecimientos que ya comenzó a notarse a finales del pasado ejercicio, muestran que el empleo seguirá creciendo los próximos años.

Siguiendo con el análisis, es preciso destacar que, atendiendo a las principales variables, la economía española se está recuperando favorablemente. Al margen de los sucesos que han perturbado el funcionamiento de la economía a nivel mundial, una menor exposición a esos sucesos ha permitido a la economía española sortear mejor el impacto que otros vecinos de la Unión Europea. Y pese a que el país peninsular sigue cosechando su mayor nivel de inflación en 40 años de historia, la estanflación y la recesión, atendiendo al comportamiento de todas las variables citadas, y las que quedan por citar, están ya más que descartadas tras el análisis.

No obstante, que el análisis muestre esto que menciono, no quiere decir que no tengamos que matizar ciertos aspectos que son muy matizables.

En primer lugar, es importante analizar el dato de PIB.

España, como bien sabemos, fue la economía del mundo que más sufrió el golpe de la pandemia. Por diversas cuestiones, el país notó con gran intensidad los efectos de la pandemia, y esto se acabó trasladando a una economía que sufría la mayor contracción de su historia, muy por encima de la registrada por todas las economías vecinas, así como por muchas otras economías, tanto desarrolladas como no desarrolladas, en el mundo. En cifras, hablamos de un desplome de la economía que se situó en el -11%; muy por encima del registrado por países como Alemania u Holanda, que registraron un -5% y un -3,8% respectivamente.

Esto, como señalo, es muy importante. Pues sí es cierto que España crece más que el resto de las economías de la Unión Europea, pero ello también es porque España cayó mucho más que las economías europeas cuando el COVID se impuso a la actividad económica en el país. Esto, de facto, obliga a la economía a crecer más para recuperarse. Y todo ello, debiendo decir que mientras Alemania, Holanda, entre otras economías, ya se habían recuperado plenamente del COVID a finales de 2020 e inicios del 2021, España seguía, a la cola de Europa, como la única economía del euro que aún no había recuperado el nivel de PIB previo a la pandemia.

Y como con el PIB, ocurre con el empleo, entre otras variables.

España, pese a cerrar el año con cifras récord en materia de empleo, lidera el desempleo, tanto general como juvenil, en la Unión Europea, por encima de todas las economías europeas; incluso por encima de Grecia, un país rescatado. Por esta misma razón, al igual que ocurría con el dato de PIB, podemos autocomplacernos con titulares oportunistas que llaman la atención de aquellos más cercanos al poder actual, pero la realidad, lejos de los que dicen estos titulares, muestra otra cara que dice que España, pese a esquivar la recesión y pese a liderar el crecimiento en la Unión Europea, también es la economía que más debe trabajar los próximos años para acercarse a esas economías que dice liderar.

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