Hallazgo monumental en León: Amplían un Mercadona y aparece una tumba romana con un sarcófago

La preparación del terreno para ampliar un establecimiento de Mercadona en Astorga derivó en una intervención arqueológica que de seguro, nadie se esperaba. Durante los trabajos de movimiento de tierras, se localizó una tumba romana que no figuraba en el registro urbanístico del municipio.
Tras la detección del hallazgo, que también incluía un sarcófago, se activaron los protocolos de protección recogidos en la normativa cultural de Castilla y León. Como consecuencia, las obras han quedado temporalmente suspendidas mientras se evalúa el contexto arqueológico del área afectada.
Esto es lo que hay que saber del hallazgo de la tumba romana en León
Este hecho, que se suma a las huellas que dejaron los romanos en España, se produjo el pasado 25 de julio, cuando el personal encargado de las obras localizó una estructura subterránea mientras preparaba una zapata de cimentación.
Tras una primera inspección por parte de la Policía Científica, la arqueóloga municipal, María Ángeles Sevillano Fuertes, accedió al lugar para documentar la situación y remitir la información pertinente al Servicio Territorial de Cultura.
La estructura identificada corresponde a una tumba romana excavada en el substrato geológico. La sepultura está delimitada por muros de ladrillo colocados de canto, formando una cista con cubierta de ímbrices, piezas cerámicas curvas comunes en la arquitectura romana.
La disposición de los restos sugiere que el sistema de cubierta pudo haber sido abovedado, aunque estaba parcialmente desmontado en el momento de la inspección.
Destacan ciertos elementos decorativos en los ladrillos, como impresiones digitales en forma de círculos concéntricos y aspas. Este tipo de marcas, aunque sencillas, son relevantes para el estudio de las prácticas simbólicas y constructivas de la época.
Un sarcófago de plomo, el elemento más excepcional de este hallazgo
Dentro de la tumba se halló un sarcófago de plomo, cuya tapa ya había sido abierta antes de la inspección técnica. Las dimensiones del ataúd, aproximadamente 1,93 metros de largo por 0,40 de ancho, confirman que se trata de un tipo de contenedor muy poco habitual en la Península Ibérica.
El plomo, por su peso y propiedades, exigía una estructura de soporte robusta, como la cista de ladrillo en la que fue depositado. Estos sarcófagos, empleados entre los siglos I y IV d.C., suelen vincularse a individuos de alto estatus social en contextos urbanos.
Estas son algunas de las características más relevantes del sarcófago:
- Está elaborado con planchas de plomo ensambladas por pliegues o soldaduras simples.
- Su uso es escaso en el mundo romano y aún más raro en la Hispania romana.
- Se asocia a enterramientos de élites urbanas.
Una vez recibida la autorización judicial, los restos humanos contenidos fueron trasladados para su análisis forense. Además, se recogieron los sedimentos del interior del sarcófago para su posterior estudio en el Museo Romano de Astorga. El objetivo es identificar posibles objetos personales o rituales asociados al enterramiento.
¿Qué ocurrirá con el Mercadona y la zona restante del hallazgo?
A raíz del hallazgo de la tumba romana, se organizó una reunión técnica a finales de julio. Participaron representantes del Ayuntamiento de Astorga, de la Junta de Castilla y León, así como técnicos de la empresa promotora del proyecto.
En dicha reunión se acordó:
- Realizar una excavación arqueológica para delimitar si la tumba forma parte de una necrópolis romana de mayor extensión.
- Implantar un control arqueológico exhaustivo sobre todos los movimientos de tierra que se realicen en adelante.
- Encargar la dirección arqueológica a un profesional contratado por la promotora.
Todo el proceso debe ser autorizado por la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de León. Los gastos asociados a la intervención serán asumidos íntegramente por la empresa responsable de la obra, en cumplimiento de la Ley 5/2024 de Patrimonio Cultural de Castilla y León.
Aunque el lugar donde se produjo el hallazgo no estaba identificado como área de protección arqueológica, el descubrimiento obliga a reconsiderar el potencial patrimonial de la zona.
Conservación y protección de la tumba romana
Como medida de protección provisional, la tumba romana ha sido cubierta con una estructura de madera, sobre la que se ha dispuesto una malla geotextil y una capa de arena, finalizando con zahorra natural. Esta actuación tiene como fin preservar el enterramiento durante la investigación.
El Ayuntamiento ha solicitado al juzgado competente la entrega de los restos humanos para su conservación en el Museo Romano de Astorga, donde también se custodiarán los materiales extraídos y los sedimentos recogidos.
Así, la aparición de una tumba romana con un sarcófago de plomo, en un contexto constructivo cuidadosamente elaborado, sugiere la existencia de una zona funeraria organizada. La hipótesis principal es que se trata de una parte de una antigua necrópolis vinculada a la ciudad romana de Asturica Augusta, capital del Conventus Asturicensis.