De Keynes a Solbes: predicciones económicas que nunca se han cumplido

EEUU
Un centavo de dólar. (Foto: GETTY)

La Gran Recesión original, la de los años 30 del siglo pasado, nos deja multitud de predicciones económicas fallidas, algunas hechas por gobernantes y otras por reputados profesionales del mundo de la empresa, la economía y los negocios.

En 1928, un año antes del crack bursátil más famoso de la historia, el presidente de EEUU, Herbert Hoover dijo que su país estaba “más cerca que nunca de lograr la erradicación completa de la pobreza”. Un año después la Bolsa de Nueva york perdió un 80% de su valor y millones de ciudadanos se quedaron sin trabajo, generando una crisis social que hizo pasar hambre a miles de familias generando éxodos dentro del país en busca de alimento.

Claro que, atendiendo a las palabras del padre económico de la mayoría de los actuales gobernantes, John Maynard Keynes, no era extraño defender la bonanza de EEUU. En 1927 dijo: “no habrá más colapsos en nuestro tiempo”. Todo un lince el señor Keynes que, además, predijo que la evolución del capitalismo llevaría a una reducción de la jornada laboral en la que sólo se trabajaría tres horas al día. Todavía seguimos esperando.

La Bolsa siempre sube y la URSS funciona

Otro que se sumó a este optimismo fue Irving Fischer, un gran economista teórico pero nefasto en su análisis de la realidad económica. En otoño de 1929 declaró públicamente que las cotizaciones de las acciones habían alcanzado su nivel de máxima estabilidad; basándose en esa presuposición perdió, además de su reputación, casi todo su patrimonio familiar.

Más economistas de tronío han protagonizado rotundos fracasos en sus estimaciones. Uno de los más importantes, cuyo manual se obliga a aprender a los sufridos estudiantes es Paul Samuelson. El profesor decía a comienzos 1989 que “la economía soviética es una prueba de que, contrariamente a lo que muchos escépticos han creído, una economía socialista puede funcionar, e incluso prosperar”. Antes de acabar el año el Muro de Berlín cayó y comenzó el desmembramiento total de la URSS, descubriendo la realidad de la economía soviética que se puede resumir en dos palabras: hambre y destrucción.

El teléfono, la bombilla y el ferrocarril

Un sector empresarial que se ha caracterizado por lanzar predicciones fallidas ha sido el tecnológico. Un informe interno de la compañía Western Union, fechado en 1876 consideraba que “el teléfono tiene demasiadas deficiencias para ser seriamente considerado como un medio de comunicación”, por lo que “carece de valor para la compañía”. Unos lumbreras los de Western Union, como el presidente del Instituto Stevens de Tecnología, Henry Morton, que en 1880 dijo sobre la invención de la bombilla de Edison: “cuando todo el mundo se familiarice con el tema lo reconocerá como un fracaso evidente”.

Un “visionario” que no se habría ganado la vida como futurólogo fue el rey Guillermo I de Prusia, que en 1864 anunciaba, tras el invento del ferrocarril, que “nadie va a pagar un buen dinero para ir de Berlín a Postdam en una hora cuando puede ir allí en un día montando a su caballo de forma gratuita”. En la misma línea se pronunciaba el presidente de la caja de ahorros de Michigan en 1903, asesorando al abogado de Henry Ford para que no invirtiera en la compañía: “el caballo está aquí para quedarse, pero el automóvil es una novedad, una moda pasajera”.

IBM: Los ordenadores no tienen futuro

Otra predicción desastrosa en el mundo de la tecnología es la del presidente de IBM en 1943, Thomas Watson, que dijo que el mercado mundial de ordenadores llegaría “como mucho, a las cinco unidades”. Tampoco se escapa de este listado el fundador de Microsoft, Bill Gates, que en 1981 consideraba que una potencia de procesador de 640 k en los ordenadores “deberían ser suficientes para cualquiera”.

Aunque el que se lleva la palma es Darryl Zanuck, productor de la 20th Century Fox, que en 1946 apuntó: “la televisión no durará porque la gente pronto se cansará de mirar una caja de madera contrachapada todas las noches”.

Bernanke, Solbes y Zapatero

En la época actual también se han realizado predicciones erróneas, especialmente antes de la llegada de la crisis financiera de 2008. En Estados Unidos, el presidente de la Reserva Federal que ocupaba el cargo en 2007, Ben Bernanke, consideró que “el impacto de los problemas de las hipotecas subprime en el resto de la economía y en los mercados financieros” sería “leve y contenido”. Un año después dijo, en plena caída de la economía: “la Reserva Federal no pronostica en absoluto una recesión”.

En España, José Luis Rodríguez Zapatero y su ministro de Economía, Pedro Solbes, ganan por goleada en lo que a predicciones fallidas se refiere. En 2007 el entonces presidente auguró que España lograría “el pleno empleo en la próxima Legislatura” y celebró ser “la octava potencia mundial, la envidia de Europa y muy pronto superaremos a Francia, como ya hemos con Italia”. Meses después la economía española se iba por el despeñadero.

Por su parte, Solbes sentenció, tras el estallido de la crisis subprime en Estados Unidos, que “en las próximas semanas los mercados recuperarán la normalidad” porque “la turbulencia fuerte que ha partido del mercado estadounidense tendrá un impacto relativamente pequeño en España”. Que se lo digan a los 5,5 millones de parados que dejó el PSOE en 2012.

Lo último en Economía

Últimas noticias