mercado de trabajo

El coste laboral toca máximos en España: se multiplica por 4 desde 2018 con los salarios reales estancados

El coste anual bruto por trabajador se disparó a partir de 2020 y ha ascendido hasta alcanzar los 37.500 euros anuales

Yolanda Díaz, coste laboral
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Foto de EP.

El coste laboral ha alcanzado un nuevo máximo histórico en nuestro país. Desde el año 2018, momento en el que Pedro Sánchez se convierte en presidente del Gobierno, los costes laborales se han cuadruplicado, mientras que los salarios reales han permanecido prácticamente estancados. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el coste anual bruto por trabajador se disparó a partir de 2020 y ha ascendido hasta alcanzar los 37.500 euros anuales por asalariado en 2024. En los años anteriores a la pandemia, el coste se había mantenido más o menos estable, con pequeñas variaciones.

Además, si bien coste por trabajador ha aumentado para las empresas españolas, el salario real de los trabajadores no ha experimentado un crecimiento proporcional, y más bien, se ha estancado. De hecho, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a principios de 2024 los salarios reales se situaban un 2,5% por debajo de los niveles previos a la pandemia.

En los últimos 10 años, el coste por trabajador, que incluye el salario bruto y las cotizaciones sociales, se ha multiplicado por cuatro. Así, en 2024 el coste laboral alcanzó los 37.525,40 euros por empleado, lo que implica un incremento de casi el 4%, tocando un nuevo máximo histórico.

La siguiente gráfica, elaborada por el analista económico Jon González, muestra el desajuste evidente entre los costes laborales y los salarios netos que perciben los trabajadores españoles. En ella, podemos observar que a partir del salario neto medio, que en España es de 26.950 euros, el coste laboral es el doble del sueldo que recibe el asalariado después de impuestos.

Estas cifras contradicen las afirmaciones del Ejecutivo español, que asegura que nuestro mercado laboral está «muy saludable». De hecho, el impacto de las reformas del Ministerio de Trabajo, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha sido muy limitado, debido a la tributación y a la inflación.

El mercado laboral en España

Los datos del INE evidencian que, mientras el coste laboral por trabajador se ha disparado, los salarios reales se han estancado. Es decir, el empleador invierte mucho más dinero, pero el trabajador no lo percibe. Este constituye uno de los ejes centrales del debate sobre el estado del mercado laboral español. Esta disparidad tensiona la competitividad y la calidad del empleo, especialmente en pymes, que experimentan una mayor presión fiscal.

En contraposición a las afirmaciones del Gobierno, la situación del mercado laboral español no es ideal. Por un lado, a causa de la desprotección que sufrieron los jóvenes españoles que trabajaban durante la pandemia del coronavirus, muchos de ellos no han podido avanzar a nivel laboral y su poder adquisitivo se ha desplomado más de un 11%. Además, el 60% tiene un contrato temporal con condiciones precarias.

Por otro lado, España tiene una tasa de paro general del 10,4 %, siendo la media de Europa del 5,9%. Igualmente, tenemos la mayor tasa de paro juvenil: 23,5 %. (Europa 14,4%), y la mayor tasa desempleo femenino 11,6%. (Europa 6,0%). Actualmente hay unos 3,2 millones de españoles desempleados, 2,2 millones de personas vinculadas al Ingreso Mínimo Vital (IMV) y otras 1,2 millones de personas que faltan diariamente a su trabajo.

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