El poder adquisitivo de los trabajadores cae un 1,1% y el de los jóvenes se desploma el 11,5%

El poder adquisitivo de los trabajadores asalariados españoles descendió un 1,1% en 2023, según los datos extraídos por OKDIARIO del Instituto Nacional de Estadística (INE). Por su parte, la capacidad de compra de los jóvenes menores de 25 años se desplomó el 11,5%, una variable que vuelve a mostrar las dificultades que sufren aquellos que tienen menor edad, algo que ya han advertido organizaciones como el Consejo General de Economistas (CGE) y de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Así se desprende del Índice de Precios del Trabajo (IPT) del INE, que, al igual que el Índice de Precios de Consumo (IPC), mide la variación del coste salarial que pagan los empleadores por el conjunto de empleos existentes, pero sin estar afectado por los cambios en la cantidad y la calidad de los puestos de trabajo.

Así, si las variaciones del IPT se corrigen con los aumentos del IPC, da como resultado la pérdida de poder adquisitivo de los diferentes segmentos de la población que pertenecen al colectivo de los asalariados, desde el más joven hasta el más mayor.

El IPT descuenta el efecto composición que se debe, entre otros factores, a los cambios en el número de horas trabajadas, al tipo de contrato, características de los trabajadores, su antigüedad y su promoción profesional, pero no hace ninguna referencia a los precios de consumo.

El poder adquisitivo de los españoles

Dado que la inflación en el año 2023 fue del 3,5% y que los salarios subieron un 2,4% ese año, la capacidad de compra de los españoles disminuyó un 1,1%. En 2022, el aumento del IPT fue del 5,5%, pero el IPC fue del 5,7%, por lo que el poder adquisitivo se redujo en 2 décimas.

Por su parte, en 2021, el aumento salarial fue del 2,1%, pero los precios aumentaron el 6,5%, lo que hizo perder a los españoles un 4,4% su capacidad de compra.

Los datos del IPT y del IPC reflejan que el poder adquisitivo cayó en 2023 tanto para las mujeres, con un descenso del 0,8%, como para los hombres, cuya caída fue del 1,3%.

Por tipo de contrato, los trabajadores temporales experimentaron una subida del 3,5% del IPT, por lo que su capacidad de compra se mantuvo sin variaciones, mientras que los indefinidos vieron un descenso del 1,2%.

En cuanto a las actividades económicas, los mayores incrementos del poder adquisitivo se registraron en las industrias extractivas (1%), la educación (0,7%) y el comercio (0,6%). En contraste, los sectores con los descensos más significativos fueron la hostelería (-7%), el suministro de energía (-5,9%) y las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (-5,5%).

El problema de los jóvenes

Tal y como advirtió Fedea y CGE, los jóvenes se encuentran en el segmento de población con peor situación económica. Los que tienen menos edad deben dedicar la mitad de lo que cobran al mes a pagar el alquiler. Su renta ha caído un 10% desde el año 2008, mientras que la del conjunto de la población ha disminuido un 3%. En cambio, en los mayores de 65 años, el dinero que perciben de forma regular se ha incrementado un 8% en estos 17 años.

Por su parte, el 28,4% de los menores de 16 años de España sufren pobreza relativa, frente al 16,6% de los adultos de entre 18 y 64 años. De los que tienen más de 65 años sólo se encuentran en esta situación el 10,2%.

En cuanto a la pobreza infantil, es decir, la que sufren los menores de edad, alcanza al 29,2% de la población susceptible de entrar en esta categoría. Estas personas viven por debajo del umbral de pobreza, situando a España como el país con mayor tasa de pobreza infantil en la Unión Europea (UE).

Por tanto, los jóvenes viven con peores condiciones de vida y con menor renta, pero, además, sufren con mayor intensidad la crisis de vivienda de España. En 2023, sólo el 43% de los hogares jóvenes tenían vivienda en propiedad. Hace 20 años, sin embargo, ese porcentaje superaba el 70%, por lo que ha sufrido una caída del 40%.