Para comprar sandías españolas hay que ir a Alemania: ¿Por qué cuesta el doble en Alicante que en Leipzig?
Al igual que Raffaella Carrà decía que para hacer bien el amor había que ir al sur, un prestigioso científico de la Univerdidad de Alicante se ha dado cuenta de que para comprar sandías españolas hay que irse a Alemania. «¿Cómo es posible que una sandía cultivada en España (seguramente en Murcia o Almería) sea más barata en Leipzig que en Alicante?», se preguntaba Fernando T. Maestre en su cuenta de Twitter desde Alemania.
Cómo es posible que una sandía cultivada en España (seguramente en Murcia o Almería) sea más barata en Leipzig que en Alicante? pic.twitter.com/aPfls5jLBa
— Fernando T. Maestre (@ftmaestre) July 12, 2022
Como se puede observar en la imagen, la sandía española que aparece en el catálogo de un supermercado alemán se puede adquirir a un precio de 0,77 euros el kilo, mientras que en España el precio de ese mismo producto ha llegado a rozar los tres euros. Algo que, según el propio Fernando T. Maestre es un sinsentido porque «hablamos de sandías cultivadas en España que se han transportado hasta Alemania y que se venden más baratas que en el sitio donde se producen».
Los precios de los supermercados y las fruterías no paran de subir y con ello, las compra de los consumidores, cada vez podemos llevarnos menos productos a casa por el mismo precio. Un ejemplo de ello es el precio de la sandía y el melón, frutas que este verano pueden llegan a costar de 10 euros por unidad. El aumento del precio de las sandías y los melones no ha pasado desapercibido, pues son frutas de consumo habitual en España durante la época de verano.
El precio medio al que el consumidor puede encontrar sandías en el supermercado es de 1,90 euros el kilo y los melones a 1,30 euros el kilo. Dicho así, no parecen precios elevados, pero hay que tener en cuenta que estas piezas suelen ser pesadas, y esto hace que una sandía entera pueda costar alrededor de 12 euros por unidad, un precio que muchas familias no se pueden permitir.
Es un precio desorbitado para los consumidores que años atrás podían comprar estas frutas en temporada por un par de euros, ahora se pagan a precio de oro y no solo afecta a estos productos, otras frutas como los melocotones o las ciruelas han visto su precio subir como la espuma este 2022.