La clave del éxito de Inditex: protege márgenes con gran control de costes pese a la inflación
Los resultados de Inditex del primer trimestre ha dejado una cosa clara: la nueva dirección, con Marta Ortega al frente, sabe navegar en entornos complejos como el actual, marcado por subidas históricas en el precio de la energía y una guerra en Europa que ha cerrado sus mercados en Rusia y Ucrania, lo que le ha llevado a contabilizar una provisión de 216 millones de euros. Tampoco lo ha tenido fácil en China, donde la exigente política de Covid cero de Pekín ha mantenido suspendida la actividad de 67 tiendas. La clave de su éxito: dar con la tecla para proteger los márgenes y controlar los costes pese a la inflación desbocada. Y así lo están reconociendo los inversores, que llevan el miércoles al valor a lo más alto del Ibex 35, con una subida cercana al 5%.
Gracias al robusto crecimiento en todas las geografías en las que está presente -Estados Unidos se consolida como su segundo mercado- ha conseguido neutralizar el lastre de esas áreas, hasta tal punto que el incremento de las ventas del grupo textil gallego propietario de Zara se disparó un 36% hasta los 6.742 millones de euros, respaldadas por la fuerte recuperación del tráfico en las tiendas y por la buena acogida por parte de los clientes de las colecciones de las siete marcas de la compañía. Se trata de un repunte destacado, pero significativamente inferior, sin embargo, al del beneficio neto, que llegó a los 760 millones de euros tras una subida del 80% respecto al dato del primer trimestre del ejercicio 2021.
«Los resultados del primer trimestre han superado las previsiones ampliamente, especialmente a nivel operativo», señaló Iván San Félix, analista de Renta 4. Eso ha permitido que su margen bruto, del 60,1%, alcance su nivel más alto para un primer trimestre en la última década y que el inicio del segundo trimestre haya sido muy favorable en términos de ventas.
«Las cifras del primer trimestre fueron notablemente más sólidas que el consenso, con un fuerte crecimiento de las ventas y unos márgenes brutos resilientes», coinciden los analistas de Credit Suisse.
Según Juan José Fernández-Figares, analista de Link Securities, el negocio de Inditex aún se está beneficiando de la reapertura de muchos países tras la última ola de la pandemia y, por tanto, de las ganas de la gente de renovar su vestuario para retomar su vida normal.
«Este año, los consumidores están volviendo a comprar moda después de tres temporadas primavera/verano que se han visto interrumpidas por cierres de tiendas y confinamientos», explica en la misma línea Anne Critchlow, analista de Societe Generale. «Inditex está muy bien posicionado en este escenario para responder a esta fuerte demanda de los consumidores», añade, gracias al modelo de negocio implantado, que le posibilita dar respuesta inmediata a las últimas novedades y estilos por su eficacia en el aprovisionamiento, ya que gran parte de sus compras a proveedores las realiza en mercados cercanos como España, Portugal, Marruecos o Turquía. Esto le da ventaja respecto a competidores como la compañía sueca H&M, puesto que le permite reaccionar con mucha mayor rapidez a las tendencias del mercado y a la demanda de los clientes, produciendo cada prenda en un periodo de tiempo corto.
También cabe reseñar el control de costes operativos, que crecen menos que los ingresos, «reflejando menores disrupciones de suministro e impacto de costes de transporte que sus competidores», explican los analistas de Bankinter.
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