Sinner supera a Atmane y se mete en la final de Cincinnati
Jannik Sinner se mete en la final de Cincinnati tras ganar al francés Atmane por 7-6 y 6-2
El italiano sigue imparable y espera en el partido por el título al ganador del Alcaraz-Zverev
La irrupción de Atmane: el rival de Sinner que se hizo tenista por el Wii Sports y colecciona Pokémon


Jannik Sinner ya está en la final de Cincinnati. El italiano espera al ganador del Alcaraz-Zverev en el partido por el título del Masters 1000 estadounidense, después de imponerse al francés Térance Atmane, la gran sorpresa de este torneo. El número uno del mundo no falló, necesitando dos sets para deshacerse del galo, llegando al tie-break en el primer set y arrasando prácticamente en el segundo, donde se impuso por 6-2.
Atmane presentó batalla durante prácticamente la primera hora de juego. En ella, consiguió solventar todos sus juegos al servicio, forzando el desempate ante un Sinner que, igual que su rival, se mostró impasible al saque. Sin puntos de break para ninguno de los dos, se llegó al tie-break, donde el número uno del mundo se llevó el juego. Rápidamente se puso por delante, con un minibreak que le permitió cerrar el juego por 7-4.
Ya en el segundo set, Atmane no consiguió ante un Sinner que puso la directa hacia la final de Cincinnati. El transalpino aguantó hasta el cuarto juego, donde terminó cediendo al conceder dos puntos de break. Salvó la primera oportunidad, pero no pudo con la segunda. Sinner desequilibraba el partido y, cuando restaba para ganarlo, no se lo pensó. Se puso 0-40 y, a la tercera, fue la vencida. Juego, set y a la final.
No fue, pese a ello, un encuentro sencillo para Sinner. Enfrente tenía a Atmane, número 136 del mundo pero que ha dejado una carta de presentación prácticamente inmejorable en Cincinnati. Sólo había perdido dos sets en todo el torneo. Venía de la previa y superó a jugadores con mejor ránking que él, como son Nishioka, Cobolli, Fonseca y, sobre todo, Fritz y Rune. No pudo con el mejor.
Atmane, de 23 años, hizo del tenis su profesión a través de los videojuegos. De pequeño jugaba al Virtua Tennis y el Wii Sports y fue entonces cuando su madre, cansada de que jugara a videojuegos, le compró una raqueta de verdad: «Jugaba todos los días. Un día vino mi madre y me dijo ‘basta de videojuegos. Voy a comprarte una raqueta para que vayas al club y lo pruebes’. Desde entonces, nunca he dejado de jugar a tenis».