FINAL LIGA ENDESA: REAL MADRID VS BARCELONA

Rudy dinamita al Barça y pone al Madrid a un triunfo del título (91-74)

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Rudy Fernández, en un partido contra el Barcelona. (AFP)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Los románticos disfrutaron como auténticos niños con el tercer partido de las Finales de la Liga Endesa. Hacía mucho tiempo, años incluso, que a Rudy Fernández no le sacaban a hombros del Palacio de los Deportes de Goya. Tras un año de dolor tremendo en la espalda, operación y baja de cuatro meses incluida, el mallorquín volvió a ser por unos minutos aquel jugador que maravilló a media Europa. Lideró un parcial de 15-0 –con 12 puntos suyos– para dejar visto para sentencia un doblete del Real Madrid.

El partido se inició con un sobresalto grave para los blancos. Jaycee Carroll se lesionaba tras caer en un lanzamiento sobre los pies de Juan Carlos Navarro. El escolta se tuvo que retirar entre ostensibles gestos de dolor en un tobillo, mientras Laso recriminaba al capitán culé su acción y éste le plantaba cara. Ese gesto espoleó a un Palacio de los Deportes que se convirtió en una caldera para un Barcelona que apenas disfrutó del liderazgo del partido durante 30 segundos (14-15).

El Madrid, con su público entregado a la causa, desplegó el baloncesto que más le gusta: juego rápido y triples. Los blancos se marcharon hasta los 29 puntos en un primer cuarto trepidante que evocaba al duelo del Palau en el primer encuentro de la serie. Sin embargo, los de Laso no querían llegar a un desenlace apretado como aquel y en cambiar esa opción mostraron un tremendo empeño en el segundo cuarto.

Con Navarro fuera por faltas personales a nueve minutos del descanso, Laso colocó un quinteto letal compuesto por Chacho, Llull, Doncic, Nocioni y Ayón para merendarse al Barcelona antes del descanso. Con más físico, más puntería y mejor circulación de balón, el Madrid elevó su renta hasta los 13 puntos en el intermedio consiguiendo la puntuación más alta de unas finales de Liga Endesa en una mitad desde 1990 con 54 tantos.

Rudy, por fin, volvió a ser Rudy

El Barcelona, sin embargo, no iba a vender barata su derrota. Con Navarro reactivado junto a Satoransky, los culés abrieron la segunda mitad con un parcial de 0-6. Al Palacio se le encogió el corazón viendo a los culés a una renta mínima de nuevo. Laso, tras comprobar que Carroll no podía estar a su nivel habitual, puso a Rudy en su lugar.

Sin que nadie pudiese augurarlo, el mallorquín hizo trizas las esperanzas culés con una verdadera exhibición de las de antaño. 12 puntos, dos robos y hasta mate recordaron al gran Rudy. El alero fue el máximo protagonista del parcial que definió el choque. Del 62-56 se pasó al 77-56 para delirio de la grada blanca, que se recobraba la fe perdida en el que se presupone crack del equipo por ficha y experiencia.

Quedaba un cuarto y el Madrid le dio al Barcelona con su propia medicina ralentizando el partido para conservar una renta siempre por encima de la decena de puntos. Los culés lo intentaron, pero su fórmula les estalló en la cara para jolgorio –hasta cantaron los olés– de un Palacio que hasta disfrutó viendo uno de los peores cuartos de ataque de su equipo con siete puntos en nueve minutos. El objetivo se había logrado doblemente: barrer al Barça y recuperar al mejor Rudy.

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