Boca Juniors-Fluminense

La final de la Copa Libertadores vuelve a estar en el punto de mira cinco años después

La final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y Fluminense está en el punto de mira tras la pelea entre aficiones en la playa de Copacabana

Cinco años después de la final en Madrid entre River Plate y Boca Juniors

final Copa Libertadores
Marcelo y Cavani. (Getty)
Kike Sáez

La gran cita del fútbol sudamericano vuelve a estar en el punto de mira. La final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y Fluminense se jugará este sábado a las 21:00 horas en Maracaná. Después de la tremenda pelea del pasado jueves entre aficionados de ambos equipos en la playa de Copacabana, la Conmebol planteó la posibilidad de que se disputase a puerta cerrada, pero finalmente habrá público.

De esta forma, el foco vuelve a estar en Sudamérica, concretamente en Río de Janeiro, donde Boca Juniors y Fluminense lucharán por el título más importante de la temporada. El icónico estadio de Maracaná tiene capacidad para 78.000 espectadores, pero se prevé que más de 100.000 hinchas argentinos se desplacen hasta la ciudad brasileña a razón de 105 autobuses y 20 aviones por día.

Esta masificación en el fin de semana más importante del calendario de la Conmebol a nivel de clubes provocó una pelea originada por los ultras del Fluminense. La afición brasileña verá cómo su equipo lucha por la primera Copa Libertadores de su historia en su ciudad, pero un sector decidió tender una emboscada dos días antes contra miles de hinchas de Boca en la playa de Copacabana.

Un bochornoso incidente que acabó con la intervención de la Policía de Brasil a punta de fusil, persiguiendo a este grupo de aficionados del Fluminense y, por supuesto, ensuciando una vez más al fútbol de Sudamérica. La principal medida adoptada fue cancelar la fan fest que se había organizado para este viernes, un día antes de la final.

De hecho, la Conmebol se reunió de urgencia con la cúpula del Fluminense, Boca Juniors, la Confederación Brasileña (CBF) y la Asociación Argentina (AFA) con la intención de tomar medidas drásticas. La más grande hubiera sido cerrar las gradas de Maracaná y prohibir la asistencia al público, pero finalmente según Globoesporte los aficionados podrán acudir al templo de Río de Janeiro a petición del club argentino, cuya afición ya se había desplazado.

Todo ello con la final de Madrid en la retina. Recordemos que en 2018 la final de la Copa Libertadores tuvo que cruzar el charco para disputarse en el Santiago Bernabéu después de que el autobús de Boca Juniors fuera apedreado por aficionados de su eterno rival, River Plate, que acabó ganando la final.

Final de altura en la Copa Libertadores

Además, la final será un duelo entre goleadores de la talla de Edinson Cavani y Germán Cano y una nueva cita de máximo nivel para mundialistas como Marcelo y Felipe Melo. También supone un nuevo enfrentamiento de alto voltaje entre brasileños y argentinos, la decimosexta final de la historia, que ha estado precedida de altercados entre los aficionados de los dos equipos en Río de Janeiro.

El conjunto argentino tiene una experiencia muy superior en finales, ya que ha logrado seis títulos en 12 finales de la Copa Libertadores, mientras que el brasileño solo jugó una, en 2008, cuando perdió ante Liga de Quito. El Fluminense, además de la ventaja que le dio el destino de jugar en su propio estadio, confía en mantener el gran rendimiento que le permitió llegar a la final sin conocer la derrota desde la fase de grupos, cuando cayó en sus visitas a River Plate y The Strongest.

Boca, en cambio, llega a la final tras una racha de tres eliminatorias que tuvo que resolver en la tanda de penaltis ante Nacional, Racing y Palmeiras, gracias principalmente a la efectividad de su portero Sergio Romero.

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