El fichaje de Higuaín lo patrocina Correos
Hay delanteros que no marcan demasiados goles, pero aparecen en los grandes partidos. Higuaín no. Otros engordan sus estadísticas ante los rivales más débiles. Higuaín no. Los hay que compensan sus cifras goleadoras con asistencias. Higuaín no. En realidad, Higuaín no es especialmente bueno en ninguna de las facetas de un 9: ni le pega bien a la pelota, ni es demasiado rápido, ni tiene habilidad para driblar en espacios cortos, ni es un gran cabeceador, ni siquiera es un delantero de área.
Nadie en su sano juicio entiende por qué la Juventus ha soltado 95 millones por el fichaje de un delantero que ya ni siquiera es demasiado joven. Cumplirá 29 años en diciembre y lejos queda ya su llegada al Real Madrid hace una década cuando aterrizaba de River con la maleta plagada de sueños pero vacía de goles.
El cabroncete de Míchel Salgado tardó tres días en ponerle el mote de Igualín, por una odiosa comparación con Ronaldo, el gordo, que por entonces sentaba cátedra en el área del Bernabéu. Higuaín hizo honor a su apodo, pifia a pifia, fallo a fallo. Se partió la cara por el Real Madrid, eso es incuestionable, como lo es también que ha pasado a la historia por fallar alguno de los goles más fáciles de la historia del club.
Sus defensores dicen que fue decisivo en las Ligas de Capello y Schuster en sus dos primeros años de blanco. Mienten. En la Liga del técnico italiano Higuaín marcó la friolera de dos goles, los mismos que metió él solito Reyes en el partido decisivo ante el Mallorca. Con Schuster, Higuaín fue titular indiscutible y marcó 9 tantos en aquella Liga, menos que, por ejemplo, Robinho.
Es cierto que esta temporada en el Nápoles se ha inflado a meter goles. Aleluya. Pero es que hasta un reloj averiado da bien la hora dos veces al día. Baste recordar con que Higuaín tardó cuatro temporadas, repito, cuatro temporadas, en marcar su primer gol en Champions con el Real Madrid. Después, incrementaría sus cifras hasta los 9 tantos en 49 partidos con el equipo blanco en la Liga de Campeones. Para cagarse.
No relataré aquí su amplio historial de fallos memorables en Liga, Copa, Champions (el de Lloris a puerta vacía le costó el puesto a Pellegrini), Copa América o Mundiales, porque se les agotaría a ustedes la batería del móvil antes de leerlos todos. Por eso a nadie le extrañaría que el fichaje de Higuaín por la Juve lo hubiera patrocinado Correos: porque es un auténtico paquete.