España choca contra el muro alemán y aplaza el billete a los Juegos
Los Hispanos no pudieron coronarse campeones de Europa. España volvió a quedarse a las puertas de la gloria continental y sucumbió ante Alemania en la final del Europeo de balonmano disputado en Polonia.
La falta de acierto en ataque fue el principal factor que apartó al combinado español de la medalla de oro y también de los Juegos Olímpicos de Río, premio para el campeón de Europa. Ahora, España deberá esperar al Preolímpico para sellar el billete a la cita de Brasil.
Los ‘Hispanos’ no tuvieron su día y pagaron cara su falta de acierto en ataque
España acumula ya cuatro finales europeas perdidas (1996, 1998, 2006 y 2016) y Alemania regresa a lo más alto tras casi una década de sequía. Los germanos habían desaparecido en los últimos años del grupo de selecciones dominadoras del balonmano, pero gracias a su seleccionador, el islandés Dagur Sigurdsson, que ha sabido renovar el equipo han vuelto a saborear el triunfo.
No entró bien España en un partido en el que no se vio al equipo que había llegado a la final. Siete minutos tuvieron que pasar para que Valero Rivera abriera el marcador desde los siete metros. Los Hispanos cometieron muchísimas pérdidas de balón y falta de confianza se notaba a la hora buscar las grietas en el muro alemán protegido por el meta Wolff, gran protagonista.
El equipo de Manolo Cadenas se marchó al descanso cuatro abajo (10-6). El principal problema español era el ataque, ya que en defensa el equipo sí daba la talla ante los ataques de hombres como Kai Häfner y Steffen Fäth, que finalmente acabaron el partido con diez y nueve goles, respectivamente.
Sin respuesta tras el descanso
Dos goles más de Alemania tras la reanudación ampliaban la ventaja y eran una señal de que las cosas no cambiarían en la segunda mitad. La remontada de los Hispanos jamás llegaría. De hecho, lejos de acercarse en el marcador, la diferencia se fue haciendo cada vez más evidente hasta llegar al 24-17 final.
La Mannschaft acabó por todo lo alto un torneo que en el perdieron el primer partido, precisamente ante España (32-29), pero en el que después se han mostrado intratables, incluido en la semifinal ante la favorita Noruega en la prórroga (34-33).
Los españoles se marchan con la cabeza alta, pero con la sensación de rabia de no haber estado a la altura en un partido decisivo que hubiese cambiado la historia del balonmano de nuestro país.