El Bernabéu no se olvida de Pepe
El Real Madrid-Sevilla se antojaba, a parte de como un partido vital en la lucha por LaLiga, como una noche de despedidas de la parroquia madridista a alguno de sus jugadores. Con las dudas de si Morata o James vestirán la elástica blanca la próxima temporada, Pepe era el único que afrontaba este choque como una despedida de la que ha sido su casa en los últimos diez años.
El defensa acabará contrato el próximo 30 de junio. Su marcha de Chamartín ya es un hecho, lo que no está claro es el destino tomará el futuro del portugués. Tras no recuperarse a tiempo de su fractura en las costillas, Pepe no pudo estar presente en la última cita liguera en el templo madridista. En su último partido jugado, frente al Atlético de Madrid, tuvo que abandonar el terreno de juego después de haber marcado el gol que le valdría a los de Zidane para sacar el empate.
Pese a no estar presente hoy, un sector de la grada quiso acordarse del defensor mostrando una pancarta en la que se leía «Pepe orgullo del madridismo». Y es que el madridismo no olvida el compromiso que el portugués ha mantenido durante todos estos años con el club. Un guerrero de los que ya no quedan, llegó al conjunto blanco cuestionado por ser, en su día, el defensa más caro de la historia.
Sin embargo, Pepe se ganó rápidamente al Bernabéu. Su férreo trabajo defensivo, le hizo coger una fama de duro en sus primeros años que poco a poco se ha ido dejando atrás. Esa solvencia combinada con su importante aportación ofensiva a balón parado, provocó que pronto se olvidasen los 30 millones que el Madrid pagó al Oporto.
Todo ello, le hizo ganar unos galones que le han llevado a ser segundo capitán del conjunto madridista. Un líder del vestuario que no ha podido despedirse de la forma que merecía de una afición que tardará mucho tiempo en olvidarle.