Suelo laminado o vinílico: esta es la opción defintiva
Los suelos laminados y los suelos vinílicos comparten varias capas, como la decorativa y la de desgaste, que aportan tanto estética como durabilidad al parquet. Sin embargo, la distinción principal entre ambos radica en la composición de su núcleo.
En los suelos laminados, el núcleo está compuesto por fibras de madera natural y resinas, mientras que los suelos vinílicos son completamente sintéticos, fabricados con PVC, un material plástico. En líneas generales, los suelos laminados suelen ofrecer una mayor fidelidad visual respecto a la madera natural en comparación con los suelos vinílicos.
Suelos laminados V.S. Suelos vinílicos
Los suelos laminados están compuestos por varias capas de madera, unidas con una resina resistente, sin utilizar adhesivos artificiales. Esta estructura se conoce como HDF o tablero de fibra de alta densidad, siendo un producto ecológico y respetuoso con el medio ambiente. Por otro lado, los suelos vinílicos están fabricados con capas de cloruro de polivinilo (PVC) y fibra de vidrio, siendo su composición principalmente de hidrógeno, cloro y carbono.
En términos de variedad de diseños, los suelos laminados ofrecen una amplia gama de estilos de madera, con opciones de diferentes tonalidades y acabados que imitan diversos tipos de madera. Por su parte, los suelos vinílicos no solo ofrecen acabados en madera, sino también una variedad de diseños que imitan piedra natural, cemento o cerámica, lo que los hace adaptables a casi cualquier espacio.
En relación a la resistencia a la humedad, los suelos vinílicos son la mejor opción para cocinas y baños debido a su capacidad para repeler el agua, ya que carecen de fibras de madera en su composición. Por el contrario, los suelos laminados pueden hincharse y alterar su apariencia en contacto con la humedad, a menos que estén reforzados y sean específicamente resistentes a la humedad.
Respecto a la durabilidad y resistencia, tanto los suelos laminados como los vinílicos son resistentes a los golpes y arañazos, si bien los suelos vinílicos son más elásticos y flexibles, y pueden mantener su apariencia mejor con el paso del tiempo debido a su cubierta de poliuretano.
En cuanto a la instalación, ambos tipos de suelos son fáciles de colocar, pero los suelos vinílicos tienen una altura más baja, lo que puede ser ventajoso en espacios con puertas bajas.
Y, por último, respecto al cuidado y limpieza, ambos tipos de suelos son fáciles de limpiar, pero mientras que los suelos laminados se limpian mejor con métodos secos como una mopa, los suelos vinílicos pueden limpiarse simplemente fregándolos con agua y productos específicos para este tipo de suelos.
Laminado
Ventajas del suelo laminado:
- Mayor resistencia al desgaste y durabilidad gracias a sus capas de madera.
- Realismo en la reproducción de texturas de madera.
- Buena relación calidad-precio.
- Fácil mantenimiento y limpieza.
Desventajas del suelo laminado:
- Menor rendimiento acústico en comparación con los suelos vinílicos.
- Mayor resistencia térmica, lo que puede afectar su capacidad para conducir calor en comparación con el suelo vinílico.
Vinílico
Ventajas del suelo vinílico:
- Mayor rendimiento acústico, proporcionando calidez y reducción del ruido de las pisadas.
- Resistencia a la humedad y mayor impermeabilidad.
- Mayor capacidad para conducir e irradiar calor, ideal para calefacción por irradiación.
- Fácil instalación, sin necesidad de obras, y rápida habilitación para su uso.
- Diseño ornamental realista, reproduciendo fielmente las texturas de la madera.
- Durabilidad de hasta 25 o 35 años con buenos cuidados.
- Fácil mantenimiento y limpieza.
Desventajas del suelo vinílico:
- Menor resistencia al desgaste en comparación con los suelos laminados.
Limpieza y mantenimiento
La capacidad de limpieza del suelo laminado lo convierte en una opción más higiénica. Gracias a su superficie sellada, es resistente a las manchas y fácil de limpiar, lo que lo hace especialmente adecuado para personas alérgicas.
Seguir una serie de consejos de limpieza es clave para que el suelo esté en perfectas condiciones. Basta con aspirarlo diariamente con una mopa de microfibra. y realizar una limpieza más intensa con un trapo húmedo y un limpiador suave una vez por semana. Es importante evitar el uso de fregonas mojadas, ya que el exceso de agua puede dañar el laminado con el tiempo.
Para el mantenimiento de manchas en su suelo laminado, sigue estos consejos:
- Limpia los derrames al momento para evitar daños.
- Elimina las manchas frotándolas con un paño seco humedecido en un limpiador suave. Nunca rocíe el producto de limpieza directamente sobre el suelo.
- Para eliminar marcas de goma, plástico o tacones, frota con un paño seco y acetona.
- Elimina betún, pintura o tinta con un paño empapado en acetona, disolvente de pintura o esencia de vinagre.
Para restaurar el brillo del suelo laminado, realiza una limpieza profunda con agua tibia y un limpiador suave. A diferencia de los suelos de madera, los suelos laminados no se pueden lijar, encerar o pulir. Una limpieza adecuada debería ser suficiente para restaurar su brillo original y alargar su vida útil.
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