Picasso conquista Marsella con sus viajes reales e imaginarios

Picasso-Marsella
Obra de Picasso en una exposición (Foto: Efe).

Pablo Picasso protagoniza a partir de este vienes sendas exposiciones en Marsella, que van más allá de sus cuadros y que muestran su trabajo como escenógrafo en los Ballets Rusos y cientos de postales con las que el artista realizaba largos «viajes imaginarios» sin salir de casa.

«Picasso viajó poco, pero en su cabeza inventó otros mundos», explicó a Efe el director del Museo Picasso de Barcelona, Emmanuel Guigon, presente en la inauguración de «Picasso, viajes imaginarios» en el centro de La Vieille Charité, un antiguo hospicio reconvertido en museo.

Las postales, esculturas y pinturas del artista se mezclan con piezas de otros museos de Marsella, ya que como explicó uno de los comisarios de la exposición Guillaume Thaulière, la idea de la exposición es «tejer un hilo» que una todas las obras.

Thaulière aclaró que, sobre todo, les inspiró una frase de Picasso: «Si señalamos en un mapa todos los itinerarios por los que he pasado y los unimos con un trazo, este representaría quizás un minotauro».

Esta figura mitológica (mitad hombre, mitad toro), que representó muchas veces a lo largo de su vida, abre esta exposición que ofrece una visita por el «África fantasma», el «Oriente soñado» o las costas mediterráneas que Picassosolía recorrer en tren para ir a las playas del sur de Francia.

Además de la costa francesa, París ocupa un lugar importante en la vida del pintor y en la exposición, que exhibe cuadros como «Le repas frugal» («La comida frugal»), que datan de la época bohemia y triste que vivió Picasso tras el suicidio de un amigo en la capital.

Y muchas de las postales de la colección evocan la cultura española más tradicional con paisajes, imágenes de toros y retratos de mujeres con mantilla que el artista coleccionó porque le traían recuerdos de sus raíces andaluzas.

 

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