AYUNTAMIENTO DE VALENCIA

El PSOE de Puig se enreda con la tasa turística: ahora habla de imponerla para apartamentos y cruceros

PSOE ELECCIONES 28M
La candidata socialista al Ayuntamiento de Valencia, Sandra Gómez.
Ignacio Martínez

Nuevo enredo del PSOE de Ximo Puig con la tasa turística. Su portavoz en el Ayuntamiento de Valencia cuyo alcalde es Joan Ribó -Compromís- la vice alcaldesa Sandra Gómez habla ahora de implantarla sobre apartamentos turísticos y sobre los cruceros que lleguen a la ciudad. De facto, se interpreta como la enésima insinuación de los socialistas de modificar el acuerdo que les obliga con sus socios en el Gobierno valenciano, Compromís y Podemos, a aprobar esa tasa, que incluye también a los hoteles, a la que se comprometieron con ellos.

En plena crisis económica, con la inflación por las nubes, el territorio asolado por los incendios forestales y un invierno del que desde todos los sectores advierten va a resultar durísimo, los socialistas valencianos continúan dando vueltas a un nuevo gravamen: la tasa turística. Un futuro impuesto impulsado por la izquierda valenciana que gravará las pernoctaciones y que, por tanto encarecerá el precio de los paquetes turísticos, tanto para los foráneos, como para los propios habitantes de la Comunidad Valenciana siempre que pernocten fuera de casa.

Los hoteleros se oponen frontalmente a la citada tasa turística, porque consideran que la medida supondrá una pérdida de la competitividad y decantará a miles de potenciales visitantes por otros destinos. Y, también, está en contra la oposición. De hecho, el Partido Popular, ya ha anunciado que en caso de aprobarse la derogará en cuanto llegue al gobierno.

En ese estado de las cosas, los socialistas hablan ahora, para la ciudad de Valencia, de una tasa turística dirigida a los cruceros y a los apartamentos turísticos. Actividades que según los socialistas carecen impacto económico, no generan empleo  y conllevan externalidades negativas, como la contaminación -en el caso de los cruceros-según ha defendido Sandra Gómez.

La realidad, sin embargo, es que, tal como ha sido planteada ante las Cortes Valencianas, la denominada tasa turística, y así lo mantiene el sector, es un impuesto finalista en el que los ayuntamientos serán meros agentes recaudadores, que tendrán que abonar, una vez recaudado, el importe cobrado por la citada tasa a la caja de la Generalitat Valenciana. Los Consistorios sí podrán establecer un recargo destinado a las arcas municipales.

Tanto Compromís como Unidas Podemos ya han advertido que no aceptarán cambios en el texto que las 3 formaciones aprobaron en su día mientras que para la oposición no valen las medias tintas y lo verdaderamente grave es que los socialistas se mantengan en su intención de imponer una tasa turística. 

 

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