Elecciones Cataluña 2021

El PSC maniobra para que Escarp o Granados presidan el Parlament

Conscientes que el candidato del PSC Salvador Illa no podrá ser president de la Generalitat, esperan que una socialista presida el Parlament tras ganar las elecciones.

Illa gana, gobernará un reforzado independentismo y Vox cuadruplica en escaños al PP

El PSC maniobra para que Escarp o Granados presidan el Parlament
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Joan Guirado

Salvador Illa anunció que presentaría su candidatura para ser investido president de la Generalitat. Su voluntad quedará en eso. Un mero anuncio para recordar que cumplirá con su promesa de «si nos dan sus votos, yo promoveré el cambio». Illa no tiene ninguna posibilidad de acabar en la Plaza San Jaime porque los constitucionalistas no suman y ERC no está por la labor. Asumido eso, en un PSC triunfante por una victoria inédita en votos y escaños, su lucha pasa ahora por hacerse con la Presidencia del Parlament y hacer de dique de contención al independentismo lo que dure la legislatura. Y de paso tocar poder institucional.

La número dos del PSC y directora de la campaña de Illa, Eva Granados, y la ex concejala de Barcelona e histórica diputada socialista Assumpta Escarp son las dos personas que la dirección del partido tiene en la cabeza para proponer como presidentas del Parlament de Cataluña. Este mismo lunes empezarán a mover ficha, en contactos con el resto de formaciones políticas, para lograr los apoyos suficientes que faciliten su investidura. No es una tarea fácil, dado que el independentismo tiene más escaños que la suma constitucionalista, pero si el PSC logra tensionar a los partidos separatistas antes del 14 de marzo, fecha límite para la constitución de la nueva Cámara catalana, pueden conseguirlo. En los próximos días los partidos se pondrán de acuerdo para pactar esa fecha.

Con este movimiento, lo que persigue el nuevo grupo parlamentario de Salvador Illa es evitar que Govern y Parlament estén en manos de los partidos independentistas. De esta forma, en caso de debates como los del 6 y 7 de septiembre de 2017 en el legislativo, que provocaron la condena contra la ex presidenta de la cámara Carme Forcadell, serían prácticamente imposibles de realizar. Y es que con un separatismo más fuerte que nunca, superando por primera vez el 50% de los votos, y con los perfiles más radicalizados de los últimos años, nadie descarta que en los próximos meses vuelvan a plantear un desafío al Estado de Derecho para avanzar hacia su imaginaria república catalana.

La última vez que el PSC tuvo en sus manos la Presidencia del Parlament fue en 1999. Cuatro años antes, Joan Raventós consiguió la mayoría suficiente para hacerse con el control del legislativo, en la penúltima legislatura del presunto corrupto Jordi Pujol. Ahora la formación que dirige el ministro Miquel Iceta aspira a hacer valer su victoria electoral para que el resto de grupos parlamentarios apoyen su candidatura y así poder arrebatar el control de la Cámara a los independentistas. Su apuesta, según fuentes socialistas, pasa por «ser generosos» con los partidos que «se apunten al cambio» a la hora de formar la mesa. Con los resultados actuales prácticamente sólo PSC, ERC y JXCat tendrían derecho a tener una silla en el órgano de gobierno del Parlament.

Veto a VOX

Salvador Illa comenzó esta semana los contactos con el resto de líderes políticos de cara a pactar la Presidencia del Parlament y la formación del próximo Govern. El candidato del PSC dará prioridad en su ronda de llamadas a los partidos de izquierdas, con los Comunes y ERC como principales aliados, aunque fuentes socialistas manifiestan que conversará «con todas las formaciones, excepto Vox». Illa veta así, como ya hizo Pedro Sánchez tras las últimas elecciones generales, a la formación de Santiago Abascal.

El dirigente del PSC excluye a Vox de las negociaciones para dirimir el futuro más inmediato de la política catalana pese a haber quedado como cuarta fuerza política y obtener 11 representantes en el Parlament, más que Ciudadanos y el PP juntos. Esos 11 diputados capitaneados por Ignacio Garriga y menospreciados por Illa, que fueron votados por más de 217.000 catalanes, pueden convertirse en imprescindibles en algunas votaciones, como por ejemplo para arrebatar al independentismo la Presidencia del Parlament. De la misma forma que en la votación sobre el reparto de los fondos, donde el Gobierno socialista contó con el apoyo de Vox, el PSC no rechazará posibles votos a favor aunque tampoco se los pedirá.

Candidatura de Illa

«Mi partido ha ganado, y me corresponde presentar mi candidatura y formar Govern, es mi deber» ha asegurado Salvador Illa, sobre su voluntad de presentarse al debate de investidura, pese a no contar con los apoyos suficientes. Dice el diputado electo del PSC que lo hará «por coherencia y convicción» con el fin de favorecer un clima de «cambio, diálogo, entendimiento y reencuentro para pasar página y abrir un nuevo tiempo en la política de Cataluña».

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