Lactancia materna: ¿Por qué tengo poca leche?
Varias son las causas, algunas de ellas por falta de costumbre, que pueden hacer que la madre produzca poca leche durante la lactancia materna.
En caso de haber comenzado la lactancia materna y darte cuenta de que produces poca leche, necesitas tener fe y un poco de paciencia, porque las primeras veces pueden ser muy difíciles. Por ello será bueno conocer algunas de las razones por las que la alimentación puede parecer deficiente y qué hacer para remediarlo.
Lactancia materna: ¿Por qué tengo poca leche?
La alimentación del bebé a través de la lactancia materna puede ser una bonita experiencia pero también puede convertirse en todo un reto. Hay mujeres que se sienten completamente realizadas y mujeres que tienen dificultades hasta para coger al bebé, de modo que es un periodo y una experiencia muy particular para cada mujer, aunque lo que más nos puede desanimar es el hecho de darnos cuenta que no se produce suficiente leche. Los expertos argumentan sin embargo, que no hay mama que no sepa cómo producir leche, pero a veces la baja producción podría estar ligada a algunos factores (solucionables).
Veamos entonces todas las causas para esa baja producción de leche materna y qué podemos hacer al respecto.
- Tomar intervalos demasiado largos entre comidas. Si dejamos que pasen demasiadas horas sin ofrecer el pecho al bebé, al margen de que este va a tener hambre, nos daremos cuenta que cada vez producimos menos leche.
- Planifica entonces las alimentaciones . Tus senos producen leche todo el tiempo, pero la rapidez con la que se produce depende de qué tan vacíos estén. Producirás más leche cuando tus senos estén casi vacíos y menos leche cuando ya estén llenos. Tienes que asegurarte entonces de planificar bien la alimentación del bebé y asegurarte hasta que te vacíe por completo los senos, primero uno y luego el otro. De este modo estimularás que la producción de leche sea constante.
- Tejido glandular insuficiente. Los senos de algunas mujeres no se desarrollan normalmente (por varias razones) y es posible que no tengan suficientes conductos de «producción de leche» para satisfacer las necesidades del bebé. No te sientas derrotada. Vale la pena continuar amamantando, ya que incluso una pequeña cantidad de leche ayudará a fortalecer el sistema inmunológico de tu bebé.
- Problemas hormonales o endocrinos. Tal vez tengas síndrome de ovario poliquístico (SOP), tiroides alta o baja, diabetes, hipertensión (presión arterial alta) o problemas hormonales que te han dificultado concebir. Cada uno de estos problemas también puede contribuir a una producción deficiente de leche porque la producción de leche depende de las señales hormonales que se envían al seno. ¿Qué puedes hacer? En algunos casos, tratar tu problema de salud te ayudará a aumentar la producción de leche, aunque es posible que se requiera un suplemento.
- Dificultad para succionar o problemas anatómicos. Es posible que el suministro de leche deficiente tampoco sea el problema, sino que puede ser difícil para el bebé obtener leche de tus senos. Podrías, probar entonces por ejemplo las pezoneras de lactancia que permitirán al bebé agarrarse sin problema y que pueda comer tranquilamente.
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