¿Qué pasa con los coches abandonados en el parking del aeropuerto de Palma?
AENA explica que pasados seis meses, se inician los trámites para su retirada
Si el propietario no responde, una empresa se lleva el vehículo y pasa a ser residuo sólido urbano
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Existe en Palma una ordenanza municipal para la retirada de los coches abandonados en la vía pública. Pero, ¿qué ocurre con los que se acumulan en el parking del aeropuerto? OKDIARIO ha localizado varios coches en claro estado de degradación en las instalaciones del estacionamiento de Son Sant Joan, que es dominio privado de AENA.
Ante esta situación, el ente público que gestiona los aeropuertos españoles explica que «la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial establece que cuando un vehículo permanezca estacionado de forma continuada en el mismo lugar del aparcamiento por un periodo de tiempo superior a seis meses, de forma que se presuma racionalmente su abandono, podrán comenzarse los trámites necesarios para solicitar la retirada del vehículo».
El procedimiento a seguir de manera general en estos casos consiste, según AENA, en identificar al propietario en primer lugar. «El aeropuerto se encarga de notificárselo al mismo, recordándole que tiene el vehículo en el aeropuerto, instándole a que lo retire y añadiendo el importe que adeuda en concepto de aparcamiento», informa la empresa.
«Si no se recibe respuesta, se publican los datos del vehículo en el Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma (BOIB). Pasado el periodo de tiempo legal tras la publicación en el boletín, si no se ha obtenido noticia alguna sobre los propietarios de los vehículos, estos son retirados por empresas encargadas de recoger residuos, ya que son considerados como residuos sólidos urbanos», concluye AENA.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Palma ya informó a principios de agosto que había retirado un total de 2.094 vehículos de las calles de la ciudad desde el inicio de la legislatura. Y recordó que también había vaciado de coches la parte no asfaltada del depósito municipal de Son Toells, donde había cerca de 1.800 coches.
Cabe recordar que Son Toells recibió críticas por parte de la Conselleria de Medio Ambiente a causa de la filtración de fluidos en el suelo que provocaban un problema medioambiental, razón por la cual este espacio fue cerrado.
Aparte de este depósito, el Consistorio sólo disponía de otro en Sa Riera, que contaba con pocas plazas. A Sa Riera se llevan, por ejemplo, vehículos retirados de vados de aparcamiento, ya que su ubicación facilita que el propietario pueda ir a recogerlo.
Debido a esta cuestión, el Ayuntamiento decidió habilitar un nuevo cementerio para coches abandonados en la vía pública. Así, el depósito rotatorio de Son Oms fue abierto el pasado mes de febrero y se diseñó para poder acoger alrededor de 400 vehículos.
Multas de 3.000 euros por los coches abandonados
A principios de año el Consistorio palmesano duplicó las multas por abandonar vehículos en la vía pública, elevando el importe de 1.600 euros a los 3.000 euros actuales. Una medida disuasoria para evitar el abandono de vehículos, aunque en la práctica apenas se materializa, dado que muchos titulares son personas insolventes, sin recursos económicos ni bienes para embargarles.
Pese a ello, el actual sistema de la Policía Local de renuncia voluntaria de un vehículo comporta varios beneficios para su titular, como la exención del 50% de la tasa de retirada, la denuncia de abandono, el coste de descontaminación y desguace y, por último, la baja pertinente en la Jefatura Provincial de Tráfico.
Para la retirada de los vehículos, el Ayuntamiento de Palma tiene contratadas dos empresas. Una se encarga de la retirada de los coches con claros síntomas de abandono y la otra de la destrucción y venta del metal por peso. El dinero de esta venta se ingresa en las arcas municipales.