Sabemos que el ejercicio es esencial para la salud, pero seguimos sin movernos lo suficiente. En España, casi el 40% de la población adulta no alcanza los niveles mínimos de actividad recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El sedentarismo, especialmente común con la llegada del frío y que a menudo se asocia a la falta de tiempo o motivación, está directamente relacionado con el aumento del exceso de peso graso, la obesidad y patologías como la diabetes tipo 2 o las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la clave no está solo en la fuerza de voluntad.
La maternidad en España se retrasa más allá de los 31 años, lo que plantea nuevos desafíos médicos. En este contexto, el Estudio OvoVid, presentado en el 41º Congreso de ESHRE en París, muestra cómo la suplementación con micronutrientes y probióticos podría mejorar la fertilidad femenina y aumentar la calidad de los ovocitos en tratamientos de reproducción asistida.
Un estudio liderado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha analizado la composición microbiana y los efectos sobre las vías de señalización, los canales de comunicación del sistema inmune, de once kéfires comerciales, comparándolos con cuatro probióticos farmacéuticos. El trabajo, publicado en la revista Food Research International, revela diferencias significativas en la capacidad del kéfir para modular el sistema inmunitario intestinal in vitro. Los resultados mostraron que esta bebida preparada a partir de leche fermentada presenta un efecto inmunomodulador más complejo y diverso, posiblemente por la interacción entre las bacterias y los hongos que coexisten en la bebida.
En el campo de la oncología, la investigación está permitiendo identificar nuevos biomarcadores a un ritmo sin precedentes, asociados a los medicamentos más innovadores, hasta el punto de que muchas de las autorizaciones de nuevas terapias contra el cáncer aprobadas por agencias como la FDA estadounidense (de Food and Drug Administration) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) incorporan sus respectivas recomendaciones respecto a biomarcadores.
El consumo de cannabis se ha convertido en una práctica cada vez más extendida entre jóvenes y adultos. Una de las razones se debe a que su legalización avanza en distintos países y, además, hay un cambio en la percepción social. Sin embargo, resulta necesario concienciar y analizar los efectos reales sobre la salud. En este sentido, uno de los aspectos menos conocidos, pero más preocupantes para especialistas e instituciones de salud, es su posible relación con la diabetes tipo 2. De acuerdo con la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, el uso frecuente de cannabis puede cuadruplicar el riesgo de desarrollar esta enfermedad metabólica, especialmente entre quienes ya presentan factores de riesgo.