DESAPARECIDA EN VALLADOLID

La Guardia Civil clona el móvil de Esther y ya tiene datos de la noche de su desaparición en Traspinedo

Los investigadores han conseguido una réplica exacta de la línea de la mujer que les permite acceder a sus localizaciones

Hasta ahora los agentes sólo podían acceder a sus registros de llamadas, pero ahora pueden ver la mensajería instantánea, los metadatos y los posicionamientos

La mentira del detenido en Traspinedo: “Vi a Esther con un hombre cuatro días después de desaparecer”

Los tres hombres que viven en la ‘zona caliente’ de la desaparición de Valladolid son claves en el caso

Traspinedo
La réplica del teléfono de Esther permite rastrear toda su actividad la noche que desapareció.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Algo de dinero y su teléfono móvil, eso fue lo que el pasado 12 de enero Esther López se llevó de casa de Traspinedo cuando Luis, un amigo de toda la vida, pasó a recogerla para ver juntos un partido de fútbol en el pub James Dean del pueblo. Ahora, cuando ya han pasado más de 20 días desde su desaparición, “forzosa y de alto riesgo”, según los investigadores, ese teléfono cobra un protagonismo especial. Los investigadores de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid han logrado clonar el teléfono móvil de Esther, una operación técnica que va mucho más allá de hacer una copia del terminal. Con este método se consigue un chivato impagable que recrea, segundo a segundo, qué pasó la noche en la que la mujer desapareció tras estar al menos con dos vecinos del pueblo a altas horas de la madrugada.

Tres personas centran las pesquisas de la Guardia Civil que busca incansablemente a la desaparecida de Traspinedo. Dos vecinos del pueblo que la acompañaron en el coche de uno de ellos cuando los tres abandonaron el bar El Castillo y que han dado versiones parecidas, pero con ciertas contradicciones de qué hicieron cada uno de ellos desde que salieron en el mismo coche con la desaparecida. Los investigadores tuvieron que preguntar y repreguntar sobre esas contradicciones a los dos hombres antes de detener al único investigado judicialmente hasta ahora, pero en las últimas horas han conseguido una herramienta impagable: una réplica exacta del teléfono de Esther López, apagado desde esa misma noche, está permitiendo a los agentes recuperar los datos que les pueden ayudar a reconstruir fielmente sus últimos minutos antes de esfumarse. Un gusano informático que actúa como chivato excepcional de la huella digital que dejó Esther aquella noche.

Lo primero que ofrece la clonación del terminal es poder mapear los movimientos del mismo aquella noche a través de la geolocalización del teléfono de la chica, pero eso es sólo el principio, porque si bien es importante poder colocar a Esther, o al menos su teléfono, en el mapa, no lo es menos hacerlo con respecto al de las tres personas de interés para el caso: Óscar, el conductor que, según él, dejó a Esther en la carretera de Zamora a Soria cerca de las 3:00 de la madrugada; Carlos, el que acompañaba a ambos y a quien dejaron unos metros antes cerca de la cabaña de madera que habita en un área de servicio propiedad de su familia; y Ramón, el único detenido, que tiene una casa a escasos metros del cruce en el que Esther desapareció.

Un mapa de todos los móviles del caso

Los movimientos geográficos del móvil de Esther comparados con los de estas tres personas permiten darles mayor o menor verosimilitud a sus versiones de hechos los acaecidos aquella noche. Pero hay más.

La clonación de un terminal telefónico permite, literalmente, tener en la mano el teléfono de una persona desaparecida que se haya esfumado con él. Hasta la implantación de esta técnica policial los agentes disponían de los registros que nuestros terminales dejan en las compañías telefónicas: llamadas salientes y entrantes, horarios de esas conexiones y en el mejor de los casos saber qué antena había usado el terminal para conectarse. Esto último, que durante años ha sido la panacea de algunas investigaciones, no deja de ser un dato aproximativo incapaz por sí solo de triangular la posición exacta de un terminal, máxime en zonas poco pobladas como es el caso de Traspinedo, con un número de antenas limitadísimo.

Clonación de terminal

Sin embargo, a través de la clonación de un terminal ya se pueden consultar localizaciones geográficas con coordenadas, metadatos de documentos como fotografías que ofrecen todos los detalles de donde y en qué momento se realizaron o se enviaron si formaron parte de algún mensaje. Todo ello, comparado con los demás terminales telefónicos usados en la investigación. Pero es que además OKDIARIO ha podido saber que este sistema ha permitido a los agentes acceder a los datos en la nube de Esther y al último uso de sus redes sociales. Con todo ello los investigadores ya saben cuál fue la última conexión de la joven de Traspinedo.

La línea de Esther vuelve a estar operativa, da línea si se le llama y recibe los wasaps que se le escriben. En la información de su contacto aparecen los últimos emoticos con los que quiso que quien los viera supiera cuál era su estado de ánimo en septiembre de 2021, que fue cuando los colocó en su perfil de wasap: un mono se tapa los ojos, un gesto de todo “ok” de una mano y una cara que guiña el ojo y saca la lengua de manera burlona.

Quienes la conocen dicen que delatan su carácter alegre y extrovertido. Y dicen algo más. Piden que nadie saque conclusiones de la imagen que eligió para su chat, una cruz negra sobre una huella dactilar. La foto la tomó de una web que vende camisetas porque le encantó el logotipo y el lema: “Deja huella en el mundo”. De eso se trata ahora, de seguir esas huellas desde Traspinedo.

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