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Los problemas físicos más comunes cuando corremos una maratón: sobrecargas, contracturas y lesiones

Sobrecargas, contracturas o lesiones, entre los problemas físicos más comunes cuando corremos una maratón
Sobrecargas, contracturas o lesiones, entre los problemas físicos más comunes cuando corremos una maratón

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Durante décadas, la posibilidad de correr una maratón estaba cerrada a un pequeño grupo de personas con aparentes capacidades superiores, que en general se dedicaban a esta disciplina. Descubre los problemas físicos más comunes cuando corremos una maratón.

El paso de los años ha demostrado que cada vez son más las personas que intentan superar sus límites y, por eso, muchos de los que salen a correr por gusto, para mantener su condición física, o para alcanzar el máximo de esfuerzo posible, pretenden hacer una maratón.

Ahora bien, más allá de la preparación específica que requiere un evento deportivo de esta clase, no podemos perder de vista tampoco que incluso los competidores mejor entrenados pueden llegar a sufrir diferentes problemas físicos comunes cuando se corre una maratón, como los siguientes.

Los problemas físicos más comunes cuando corremos una maratón

Sobrecargas: completar los entrenamientos previos a esta carrera sin experimentar las molestias de una sobrecarga es una tarea complicada porque tenemos que adaptar el cuerpo a una exigencia para la que probablemente no esté preparado, y eso cuesta bastante.

Contracturas: de igual modo, los ciclos de relajación y contracción de los músculos, que los llevan hasta el límite de sus posibilidades, pueden producir contracturas que requerirán de reposo, tratamiento, y hasta la modificación de técnicas a la hora de encarar la carrera.

Roturas musculares: las roturas musculares o desgarros son la instancia última de los inconvenientes anteriores, y obligan a cesar el acondicionamiento dos o tres semanas.

Tendinitis: esta patología que afecta a los tejidos blandos es habitual entre los corredores de largas distancias porque las contracciones musculares demandan más del tendón, lesionándolo.

Periostitis: esta inflamación del tejido que recubre los huesos es frecuente, más que nada en torno a la tibia, que al ver aumentadas las cargas de trabajo, padece un microtraumatismo.

Fascitis plantar: la fascia de la planta del pie tiende a resentirse como consecuencia de un desgaste mayor al acostumbrado en su función de brindar estabilidad y distribuir fuerzas durante la marcha.

Esguinces: más graves que todas las otras, los esguinces son una de las lesiones más temidas por los maratonistas, ya que pueden dejarle fuera de las pistas hasta varios meses.

En cualquier caso, la mejor manera de evitar todas estas lesiones es seguir un plan de entrenamiento diseñado por un profesional en la materia, alguien que haya trabajado en el pasado con maratonistas, que conozca tu organismo y cuál es su potencial definitivo.

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