Galletas danesas de mantequilla caseras
Galletas danesas de mantequilla caseras, estas tan famosas que ven en su caja metálica redonda de color azul. En muchos países se consumen y regalan por Navidad. En otro artículo de Okdiario-recetas hicimos galletas de chocolate sin horno. Hoy galletas danesas de mantequilla caseras, parecidas a las que todos hemos probado de pequeños.
Las galletas danesas de la lata azul
Las galletas danesas de mantequillas son todo un clásico, hace años era raro no ver alguna de estas cajas en cualquier hogar una vez terminadas las galletas, las cajas servían de costurero o para guardar cromos o canicas. La empresa Royal Dansk es la creadora de estas galleta, fundada en 1966 en la isla de Fionia en Dinamarca.
La famosa caja azul era en principio de estaño un envase distinto al de otras galletas pensado para mantener su frescura. Las galletas danesas no llevan levadura, su textura es crujiente y van cubiertas de azúcar sus formas son variadas y van en pequeños moldes de papel color blanco dentro de la caja. Las galletas danesas de mantequilla se venden en todo el mundo y aunque hay otros países que elaboran recetas similares, siguen siendo líderes en ventas.
Galletas danesas de mantequilla caseras
Ingredientes
Utensilios
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Molde o moldes para las galletas danesas (o usar un vaso poca abajo para hacer galletas)
Preparación
Precalentar el horno a 180 grados, tamizar la harina con ayuda de un colador y reservar. Combinar la mantequilla junto al azúcar granulada. Raspar ligeramente la vaina de vainilla, retirar la vaina.
A continuación con una batidora batimos la mezcla anterior. Añadimos un huevo, de nuevo batimos, ahora añadimos toda la harina. Batimos hasta lograr una masa homogénea. Colocar toda la masa obtenida en un recipiente, taparlo con film de plástico y dejar reposar en la nevera dos horas.
Sacar la masa de la nevera y dejarla reposar diez minutos, espolvorear un poco de harina sobre una superficie plana y extender la masa con ayuda de un rodillo.
Si no tuvieras rodillo una botella de vidrio puede servirte para sustituirlo. Una vez estirada la masa usaremos el molde cortador de galletas o el vaso boca abajo.
Las colocamos en una bandeja de horno forrada con papel pergamino y seguidamente batimos el huevo que nos queda. Usamos una brocha para ‘pintar’ las galletas con la mezcla del huevo, esto ayudará a que nos queden más doradas. Hornear a 180 grados durante 10 o 15 minutos, o hasta que veas los bordes ligeramente dorados. Finalizada la cocción, colocar azúcar fina en un plato, aplastar suavemente cada galleta sobre el azúcar.
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