Revuelto de bacalao y pimientos
La receta de revuelto de bacalao y pimientos es una deliciosa cena informal que hará las delicias de los paladares más exigentes. El bacalao es un pescado blanco excepcional que siempre podemos tener en la nevera listo para cocinarlo. Su conservación a la sal lo hace perfecto para tenerlo guardado durante mucho tiempo, a la hora de cocinarlo solo tendremos que ir pensando en dejarlo a remojo la noche antes y cambiarle el agua para que elimine todo el excedente de sal. La combinación con el huevo y los pimientos aportará a este pescado una suavidad e intensidad fuera de lo común. Merece la pena llevar a la mesa un plato tan nutritivo y completo como este que, además, tendremos listo en unos minutos. Toma nota de cómo se prepara un revuelto de bacalao y pimientos.
Ingredientes:
Cómo preparar un revuelto de bacalao y pimientos:
- Empezaremos esta receta de revuelto de bacalao y pimientos preparando las verduras que serán las que añadirán una aportación de sabor a este plato. Limpiaremos los pimientos que pueden ser rojos o verdes según prefieras. Eliminaremos todas las pepitas y los cortaremos a tiras finas del mismo tamaño.
- Seguiremos con el ajo, lo pelaremos y picaremos bien fino, nos interesa que se mezcle bien en el revuelto sin que se note. Lo acompañaremos de unos ajetes que pelaremos y cortaremos también lo más fino posible.
- En una sartén con un poco de aceite, pondremos los ajos y los ajetes a pochar. Dejaremos que se hagan bien doraditos. Cuando estén tiernos incorporaremos el pimiento, deberá mezclarse con el resto de los ingredientes. Rectificaremos de sal y pimienta.
- Cuando empiece a estar bien tiernas las verduras será el momento de incorporar el bacalao. Lo habremos desalado previamente. Solo nos quedará quitarle la piel y cualquier espina que haya podido quedar para poder desmigarlo con mayor facilidad. Este pescado se come normalmente muy bien y da un sabor exquisito a todo tipo de platos.
- Mientras todos los ingredientes se mezclan, empezaremos con los huevos. En un bol batiremos los huevos con un poco de sal y pimienta. Directamente los incorporaremos a la mezcla y les daremos unas cuantas vueltas. El revuelto tradicional tiene la peculiaridad de no quedar del todo hecho, el huevo debe cuajar quedando un poco líquido. Le añadirá de esta manera cremosidad y suavidad a un plato que quedará de restaurante. Podemos decorar con unas aceitunas negras, combinarán muy bien con el bacalao.