El relato sobre Gaza: que es el de Hamás

Hamás, Franja de Gaza, Gaza

La situación en Gaza es transmitida por una gran cantidad de medios de comunicación en la UE, según el relato de Hamás lo que basta y sobra para entender que la opinión pública, que se forma de acuerdo a la opinión publicada, explica -que no justifica- que se produzcan tal cantidad de manifestaciones en ciudades europeas con la bandera Palestina como estandarte. Y por supuesto, exigiendo que acabe el «genocidio» israelí en una prueba palpable de cómo se puede manipular a la gente.

Genocidios, por desgracia han existido en diversos momentos de la Historia, y muy cercanos, siendo el más conocido el padecido por el pueblo judío a manos del nazismo Hitleriano durante la Segunda Guerra Mundial. Por ello, hasta ahora era considerado como «progresista» el defender a Israel por contraposición a los nazis, pero ahora es al revés, y lo «progresista» es apoyar a la organización terrorista Hamás que comenzó esta guerra hace exactamente dos años, el 7 de octubre de 2023, con una masacre contra civiles, jóvenes en su gran mayoría, que asistían a un tradicional festival de música al aire libre asesinando a 1200, y secuestrando a 251.

Incluyendo las múltiples violaciones a jóvenes israelitas, grabando las imágenes antes de matarlas. Es evidente que esa masacre no legitima el uso de la fuerza sin atenerse a las más elementales normas de una guerra justa, pero es un hecho que no puede ser olvidado. Como tampoco lo puede ser, el tener presente que Hamás tiene por objetivo declarado «acabar con el Estado de Israel y echar al los judíos al mar».

Y hay otro dato muy importante, que es preciso tener presente para intentar, con honradez intelectual, acercarse al relato más ajustado a la verdad en relación a lo que ciertamente ha sucedido y sucede en la Franja de Gaza desde aquella masacre terrorista. Ese dato es que el territorio de la Franja ocupa una superficie inferior a 400 km2: y ante la acusación de genocidio a Israel calificando de esta manera su actuación, es suficiente decir que si se tratara realmente de un genocidio, la guerra en la Franja no hubiera superado una duración de un mes, como mucho.

Y como Hamás sabía aquel 7 de octubre, que ni Israel ni la comunidad internacional aceptarían un intento de exterminio de la población gazatí, actuaron de esa manera a la espera de una reacción como la que ahora están protagonizando tantos países y tantos ciudadanos.

El territorio de la Franja que administran los terroristas desde 2007, ya es conocido que está minado por centenares de kilómetros de túneles en el subsuelo donde mantienen a los rehenes, almacenan su material militar y se esconden del fuego enemigo. Y que no por casualidad están especialmente presentes en el subsuelo de instalaciones hospitalarias y otras de características humanitarias para mantener a la población gazatí como «escudos humanos».

Resulta también lamentable la carencia de objetividad al no tener presente que antes de los ataques a núcleos urbanos se anuncian con antelación, para que la población pueda huir, lo que Hamás se lo impide a los gazatíes. Por lo demás, no parece que un intento de genocidio sea compatible con el aviso previo a la población. Estas cuestiones no pretenden en absoluto legitimar toda la actuación israelí en la zona, sino ayudar a discernir -insistimos, con honradez intelectual,- la realidad de la situación existente en Gaza.

Ahora que ya han regresado sanos y salvos los primeros 21 de los 49 españoles embarcados en la flotilla propagandística de Hamás, tras su largo crucero mediterráneo, quizás es oportuno reflexionar si también eso es propio de un gobierno genocida.

Pero pese a toda esta lamentable situación, es de justicia recordar que hay un rayo de luz abierto a la esperanza de un próximo final de esta masacre. Y que está basado en un acuerdo de paz que exige la desaparición de Hamás y un gobierno que garantice la paz y la seguridad a los gazatíes. Que por cierto apoyan los países árabes y musulmanes vecinos y próximos, como Egipto Jordania, Arabia Saudita, Emiratos Árabes , etc. Y conseguido por el mayor «ultraderechista mundial» y un «genocida», según el relato «políticamente correcto». Sin comentarios: quien quiera entender, que entienda.

Lo último en Opinión

Últimas noticias