Políticas contra la gente

Políticas contra la gente

El año comienza mal. Malas perspectivas económicas, crisis en el horizonte y unos Presupuestos Generales con  graves desequilibrios. Miles de millones de euros de gasto innecesario en una administración mastodóntica, triplicada en puestos innecesarios, mientras faltan jueces, médicos, enfermeras, profesores, guarderías, residencias, etc; mientras hay un gasto innecesario en subvenciones de paniaguados. Existen miles de fundaciones y asociaciones de ayuda a niños, gitanos pobres, África, mujeres, animales, urogallos o amebas, que destinan el 80% o más de lo que reciben a salarios de quienes las crean. Son decenas de miles los parásitos improductivos viviendo hace décadas de la mamandurria subvencionada de los presupuestos de todos. Solo en Andalucía hay 2.257 organizaciones de mujeres maltratadas subvencionadas, que si dedicasen una mínima parte del dinero a ellas y no a salarios hoy el problema sería menor. Pero entonces, claro, habría que destinar menos dinero y se acabaría el modo de vida desahogada que llevan.

Habrá ERE en Vodafone –más de 1.200 puestos de trabajo perdidos–, Caixabank,  PlayGround, Vestas, Wizink, cerrará fábricas Alcoa, las dos de Cemex y la Caixa clausurará 800 oficinas –lo que supondrá miles de despidos–, Ford anuncia recortes de plantilla en sus fábricas europeas, etc. Sin embargo, lo importante es que Sánchez dé más dinero a Cataluña y siga un año en el Gobierno. Mientras, sigue creciendo el número de inmigrantes ilegales que perciben dinero –dependiendo del territorio y no en todas las CCAA, sí en Cataluña, País Vasco, Navarra, Valencia…– de entre 500 y 700 euros a cada miembro del matrimonio y unos 200 euros por cada hijo, además de sanidad, preferencia en becas, comedor, colegio y ayuda vivienda, en cuantías muy superiores a pensionistas con no contributivas y parados españoles de larga duración, con 436 euros/mes tras años de cotización. Esto tiene consecuencias. No hay sociedad democrática que lo soporte sin reaccionar y la nuestra parece haberlo hecho votando a VOX. Ni desde el Gobierno pomposo ni desde casoplones de 600.000 euros con seguridad pública pagada por todos se puede acusar de discurso de odio a quienes denuncian estas cosas. Es discurso de injusticia, agravio insoportable, necesidad.

Aunque la casta política intente evitarlo, algunas consecuencias negativas de la inmigración ilegal descontrolada se conocen. En los primeros doce días del año, 17 agresiones de 24 inmigrantes, 11 marroquíes, entre asesinatos y violaciones a mujeres, un bebé y un hombre. Colombiano de 28 años viola menor de 16 en Valencia. Dos rumanos violan a mujer que volvía de Nochevieja. Guineano viola mujer barrendera en Vigo. Dominicano mata a su pareja en Laredo. Guineano intenta violar mujer barrendera en Valencia. Cuatro ecuatorianos nacionalizados drogan y violan a mujer en Alicante. Magrebí detenido en El Ejido por agresión sexual –más cuatro atracos y dos robos con arma de fuego–. Tres marroquíes violan menor de 15 años en Algeciras. Marroquí en Melilla pagaba a niños de 12 años por sexo oral. Marroquí detenido en Murcia por propinar paliza y encerrar en armario a su mujer. Marroquí apalea a una menor de 17 años en Villarreal. Marroquí detenido por navajazo a su mujer embarazada. Menor marroquí de 17 años  detenido por violar a menor en Granada. Dos marroquíes roban y violan mujer en Villajoyosa. Libanés droga y viola  mujer en Valencia. Uruguayo envía a UCI a su hijo de 2 meses en Barcelona. Pakistaní viola a su hijastra en Valencia.  

La casta política y mediática y su “pensamiento único” tratan de ocultar esta realidad mientras  llama a movilización contra VOX, agreden a sus militantes en distintos actos y ciudades y retumba el silencio cómplice de la partitocracia. Sigan así. Más ganará VOX.

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