Pablo ‘mangosta’ Casado
El problema más grave con el que se topa este joven palentino es la política española, en manos de un aficionado que, con tal de seguir siendo presidente del Gobierno, sería capaz de extraditar a sus países de origen a los migrantes que ahora acoge. Aguantar el rollo de un narcisista que no para de mentir cada vez que grazna, aunque sea en Moncloa, su estanque dorado, ya tiene su mérito. Aún así, como era previsible, tras el inútil coloquio de líderes, el de Castilla y León dio la cara y atendió a la prensa, mientras el de Tetuán se esfumó entre bambalinas palaciegas cual ladino que es. Actitudes claras y grises, estilos diferentes.
En mi zoo político ya retraté al cebú Rajoy, al lince Rivera, al cisne Sánchez, a la hiena Iglesias e incluso a Torra, el tejón, pero, por ser sincero, siempre eche en falta un animal con apariencia humana tan arriesgado y valiente como la mangosta Casado, a quien incluyo en la clasificación científica de esta infame Animalia. La mangosta es un carnívoro único y maravilloso que destaca por su ágil bravura y que no duda un solo instante en dar un paso al frente cuando toca defender su territorio, enfrentándose a cuantos traidores pretenden invadirlo. Su pequeño tamaño no lo echa para atrás pues tiene más huevos que los que desova una tortuga en las arenas del trópico.
En África negra y en casi toda la India se festeja la lucha entre este herpéstido y cualquier serpiente venenosa, lucha en la que el buen mamífero placentario no suele salir herido. Por eso apodo, a Pablo Casado, mangosta, porque sobrevivió al caos que dejó tras sí el cebú Rajoy para librarnos de ofidios y otros depredadores letales que abundan en nuestro convulso zoo. Como la mangosta consiga entenderse con el lince, otro astuto y bravo animal político, al cisne le van a quedar menos plumas que hay en la Gran Reserva Sioux después de haber sido desmantelada.
Así que el cisne y sus bobos colegas del CIS pueden seguir aireando cuantas destartaladas encuestas les antoje, pues nadie con dos dedos de frente se cree que un ganso a la deriva va a obtener la mayoría en las urnas, de convocar elecciones. ¿Es suficiente con decir: la eterna presidencia soñada por el desplumado, ni siquiera equivale a un mal sueño salido de sus trivialidades? ¡Ojo con la mangosta, que cree en lo que dice y lo tiene muy claro! ¡Más claro que el agua! En cambio, tú, cisne vanidoso, sólo crees las idioteces que inventan tus colegas del CIS, que rima con…