Florentino: mérito ¡y nada más!
“Cuando se hacen las cosas bien, suelen salir bien…” Máxima de cajón exhibida por el mandatario madridista y presidente de la gran multinacional ACS. Esta es la primera vez en cuarenta años de ejercicio ininterrumpido de ejercicio profesional que escribo acerca del presidente de club de fútbol, que no es un club cualquiera, si bien Florentino Pérez es y representa en la sociedad española actual mucho más que eso.
A los efectos de este Palo Alto, Pérez no es sólo el presidente de las seis Copas de Europa (2002, 2014, 2016, 2017, 2018 y 2022), cuatro Mundiales de Clubes, seis Ligas, tres Supercopas de Europa, dos Copas del Rey y cuatro Supercopas de España en fútbol. Él no da patadas al balón, pero es el eje sobre el que pivota una organización seria, extraordinaria que lleva el made in Spain por todos los lugares del mundo con elegancia y humildad. Lo que interesa en este post es subrayar que las cosas (sobre todo los éxitos) no suceden porque sí. Que asientan sus reales sobre algo que no se puede ocultar bajo el celemín: valores precisos e incontestables, exigencia, esfuerzo, sentido de la institucionalidad y tratar al éxito y al fracaso como dos impostores.
En un país sureño como este, donde la envidia fue siempre fuego sagrado para justificar las propias frustraciones (sobre todo si son palmarias en el escenario público y publicado), tiene su aquel que los éxitos de un enorme gestor se pongan en almoneda. Muy especialmente en aquellos lares donde se cuestiona el mérito, inherente a la condición humana, así como el trabajo bien hecho y el talento. Ya advierte la máxima evangélica del peligro de arrojar margaritas a los cutos. Si lo prefieren, hago referencia a la manida y cervantina frase “ladran, luego cabalgamos, amigos Sancho…”
Florentino y su equipo (algo fundamental en el madrileño que siempre viste de azul marino y sólo tuerce el gesto cuando alguien quiere tomarle el número equivocado) lo ha hecho también en la sociedad civil/empresarial en una multinacional (ACS) que parte (1968) de una derrotada empresa, Construcciones Padrós, hasta llegar al día de hoy con una cartera de golpes mundiales que da empleo a 200.000 personas en todo el orbe. Ahí, Florentino se ha rodeado de los mejores. Por hechos y con hechos. Sin ir más lejos, José Luis (Chitín) del Valle, “el más inteligente del mundo”, al decir de su presidente/amigo, cuestión esta en la que se puede coincidir, aún siquiera sin militar en el Real Madrid.
Definitivamente, amigos, visión, misión, determinación, valores, institucionalización y humildad. No busquen la cuadratura del círculo. La cultura del mérito y del esfuerzo, existe. Más aún si se prefiere, es la gran revolución que España lleva esperando durante siglos. Por una vez, ahí tienen una referencia inevitable, Florentino Pérez.
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