Saúl Craviotto ya es historia del deporte olímpico español
Saúl Craviotto se convierte en los Juegos Olímpico de Tokio 2020 en uno de los deportistas españoles con más medallas en unos Juegos (5), igualando a otro palista brillante como David Cal
El K4 500 fue un tifón: plata espectacular para redondear la carrera de Craviotto
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Era uno de los equipos favoritos para ganar la prueba y a dos centésimas se quedaron. Saúl Craviotto capitaneó a las mil maravillas al equipo de K4 500, también formado por Marcus Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, hasta la medalla de plata. En el caso del catalán, este resultado supone la quinta medalla que consigue en unos Juegos Olímpicos con la que iguala a una leyenda de su disciplina como David Cal, el también cinco veces medallista en un evento olímpico. Era, junto a Mireia Belmonte, los atletas que podían alcanzar el hito del pontevedrés, y fue el de Lérida el que se apunta el tanto para la historia.
No hay Juegos Olímpicos para Craviotto que no suponga para él una presea. El binomio que conforma con la competición le ha llevado hasta ese punto, hasta esta página de la historia del deporte olímpico español. El de Lleida se estrenó en unos Juegos Olímpicos en Pekín 2008. En aquella cita lograría su primer oro de la mano de su compañero Carlos Pérez en K2 50o metros y cuatro años más tarde, en Londres 2012, lo haría en solitaria en el K1 200. En Río de Janeiro se colgaría dos medallas en lo que sería su participación más exitosa: oro junto Cristian Toro en parejas en el K2 200 metros y bronce en el K1 200.
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Saúl Craviotto se ganó el derechos a ser el abanderado español de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, título que compartío con Mireia Belmonte, siendo los dos grandes medallistas de la delegación española para esta cita. No es un título cualquiera y no había dos mejores representantes para ello entre la amplia expedición nacional. El catalán, con otra actuación soberbia en estos Juegos Olímpicos, mantiene viva la leyenda del piragüismo español, de largo la disciplina que más alegrías ha dado el deporte español en cuanto a preseas. Antes de llegar a Tokio acumulaban 16 medallas en nuestra vitrinas.
David Cal y Saúl Craviotto comparten desde hoy ese primer puesto en los escalones de la historia del deporte olímpico español como únicos atletas que han logrado sumar cinco medallas a lo largo de sus participaciones. Cal necesitó solo tres citas olímpicas para lograr este hito. Él lo hizo compitiendo a título individual en C1. En Atenas 2004 se llevó el oro en 1000 metros y la plata en 500. Logró otras dos medallas plateadas en Pekín 2008 –donde fue abanderado– en las mismas modalidades que en territorio heleno. En Londres 2012, antes de retirarse de los JJOO, se llevó su cuarta y última presea de plata en 1000 metros.
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El palista prometía ser uno de los grandes atractivos de la delegación española. Había muchas expectativas puestas en él dado su currículo y lo que le precedía. Esto se traducía en presión para él, en una exigencia interna y externa altísima, que el ilerdense ha sabido gestionar para transformar en medalla. Antes de comenzar la competición, Craviotto reconocía ese estrés tras la calificación: «Gente que venimos de otros Juegos Olímpicos, de ser medalla, medalla, medalla… De no haber fallado en ninguna… Todo el mundo espera que venga aquí y saque un oro en el K1 y otro en el K4 y eso, quieras que no, va mellando, va metiéndose en la cabeza y son nervios».
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