El juez deniega a Villarejo el ‘habeas corpus’ para no tener que pasar por los calabozos policiales
El juez de la Audiencia Nacional ha denegado al comisario José Villarejo, detenido por la policía por los presuntos delitos de blanqueo de capitales, organización criminal, cohecho y delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, el habeas corpus, lo que le permitía pasar directamente a disposición judicial sin tener que ingresar previamente por los calabozos policiales. Los abogados del excomisario se habían acogido a esa medida mientras los agentes registraban su domicilio.
Los policías de la Unidad de Asuntos Internos habían llevado a cabo el procedimiento ordinario en ese tipo de operaciones: detención un viernes para no pasar a disposición judicial hasta el lunes por la mañana. Así lo hicieron con los responsables de la Gürtel, que fueron detenidos el viernes 6 de febrero de 2009 y durante un fin de semana se pudrieron en los calabozos de la comisaría de Moratalaz, en Madrid.
A media tarde del viernes, la policía seguía registrando los domicilios familiares y societarios de las empresas de Villarejo en busca de pruebas dentro de la conocida como operación Tándem. Mientras sucedía esas diligencias policiales, Villarejo se encontraba en los Juzgados de Móstoles, al que pertenece su domicilio familiar, en Boadilla del Monte, en Madrid, a la espera de que la autoridad judicial decidiera sobre petición.
La investigación del titular del Juzgado de Instrucción Central número seis de la Audiencia Nacional se mantiene en secreto, aunque OKDIARIO ha tenido acceso a parte dispositiva de las diligencias previas 94/2017, por las que el magistrado Manuel García Castellón autoriza a la policía a la entrada y registro de las oficinas y domicilio familiar del ex comisario, que se jubiló hace un año tras cumplir la edad de 65 años.
El juez de la Audiencia Nacional ha autorizado a los agentes de la Unidad de Asuntos Internos (UAI), que llevan investigando a Villarejo desde hace años con la tutela legal de la Fiscalía Anticorrupción, plena libertad para obtener todo tipo de pruebas. En su escrito de entrada y registro autoriza a la Policía a la incautación «de documentos y piezas de convicción en cualquiera de los soportes, procediendo al ‘volcado-copiado’ de la información digital o bien a la incautación de los ordenadores o sistemas de almacenamiento».
El magistrado delega también en la policía la incautación de teléfonos móviles y terminales informáticas, la documentación sobre cuentas corrientes de ahorro, de depósitos, libretas, fondos de inversión, seguros de vida, inversiones inmobiliarias, alquiler de cajas de seguridad.
Incautación de joyas y obras de arte
Así mismo, recaba todo tipo de información que «permita averiguar la verdadera realidad de las operaciones mercantiles, transmisiones de fondos, procedencia y origen de los fondos aunque en dichas operaciones hubiera otras personas intervinientes». Y la intervención de «dinero en metálico y otros medios de pago, obras de arte, joyas y similares».
Entre las sociedades investigadas, destaca Spimaco Spain, que fue constituida, recientemente, en diciembre de 2016 con un millón de euros de capital social por el propio Villarejo, en la que figura como administrador único. La sociedad se dedica al montaje, instalación, explotación y administración de laboratorios y clínicas privadas.
El comisario se jubiló y abandonó el Cuerpo Nacional de Policía en el verano de 2015 al cumplir los 65 años de edad. Aún así, la investigación ha sido desempeñada por agentes de la UAI bajo las órdenes del comisario Migueláñez, la unidad que fue dirigida por Marcelino Martín Blas, enfrentado a Villarejo desde hace años.
Según ha podido saber OKDIARIO, José Villarejo sabía que los agentes de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía, ayudados por espías del CNI, le seguían los pasos en las últimas semanas y que, en cualquier momento, podía ser detenido. El lunes pasado detectó a dos de ellos en la calle Alfonso XII de Madrid y cuando intentó hablar con ellos desaparecieron del escenario de la vigilancia.
En julio pasado OKDIARIO publicó que la policía había interceptado en plena calle a ocho espías del CNI que vigilaban a Villarejo con coches y motos. Do de ellos se identificaron como funcionarios de los servicios secretos y manifestaron que participaban en una operación de seguimiento en la zona.
A raíz de la conocida como guerra entre comisarios y su pulso al director del CNI, Félix Sánz Roldán, Villarejo se ha visto inmerso en varios frentes judiciales, que hasta la fecha ha ido sorteando de manera favorable. Son los casos Gao Ping, Nicolay, doctora Pinto y una exhaustiva investigación sobre su patrimonio personal realizada por el experto de la UDEF, Manuel Morocho, que fue archivada. El Ministerio del Interior también lo exoneró de cualquier incompatibilidad por el mantenimiento de varias sociedades mientras ejercía como comisario de policía.
Junto a Villarejo en las mismas diligencias están siendo investigados su esposa, que figura en algunas de sus empresas, el ex comisario de Barajas, Carlos Salamanca, y varios socios.