Es bien fácil: los cuidados del gato siamés

Aunque muchos parecen siameses pero no tienen una raza establecida, es verdad que este gato suele abundar. Es por ello que suelen verse en muchas casas como mascota. Te damos los pasos para aplicar los cuidados del gato siamés.

Realmente es muy sencillo porque necesitan cariño, darles comida y mostrarles qué deben hacer y ellos mismos adoptarán sus hábitos de por vida.

Historia del gato siamés

El origen de esta raza es muy antiguo pero no se sabe con exactitud, hay teorías que afirman que esta raza se originó en el Antiguo Egipto hace más de 3000 años. Se basan en la similitud de los gatos siameses con la diosa egipcia con forma de gato Bast. Sin embargo no hay ninguna prueba que verifique esta afirmación.

La teoría con más verosimilitud sobre la raza de gatos siameses deriva de la antigua Siam ahora Tailandia de dónde proviene su nombre. Solo a los reyes y los nobles se les permitía tener estos animales que tenían un papel muy especial en la vida de palacio como ‘guardianes espirituales’. Si pensaba que si alguien importante moría el gato de esa casa era el elegido para recibir y alojar su alma.

Los cuidados

Cuál es su alimentación adecuada

Ello depende de cada edad. Pero es el veterinario el que determina lo que debes comer tales gatos según la etapa de su vida.

Normalmente hay comida en muchos establecimientos dirigida a ellos con suficientes nutrientes.

Visita al veterinario

Hay que revisar el estado genera del animal. Vacunar y desparasitar si el gato no ha pasado por estos procesos. Al igual que sucede con los perros de raza, en los gatos hay ciertas razas que tienen mayor predisposición genética a padecer ciertas enfermedades.

Juegos y atenciones

Aunque a medida que se hacen mayores, estarán más tranquilos y dormirán durante el día, de pequeños son juguetones y necesitan diversos elementos para entretenerse. Sí que es verdad que todo les vale, desde una caja, a un papel… agradecen sobre todo que estés por ellos e interactúes para que estén mucho más activos y despiertos.

Su espacio

Déjales su espacio donde puedan comer, jugar, correr y trepar. También son buenos cazadores, de manera que si hay moscas o determinados insectos en casa, intentarán acabar con ellos.

Por otro lado, también está la zona en la que comen y beben, que debe estar separada de su caja donde suelen hacer ellos solos sus necesidades. Son limpios y poco habrá que enseñarles a ello.

Ambiente tranquilo y pocos desplazamientos

Dentro de su hábitat, son animales tranquilos y adaptables. Pero cuando hay más gente en casa o bien hay desplazamientos, suelen estresarse más de la cuenta. Si no es necesario llevarles a otros lados, entonces es mejor que se queden en casa algún día con todo lo necesario, seguridad y protección.