Hallazgo arqueológico sin precedentes: aparece en Vizcaya un yacimiento con arte rupestre de hace 7.000 años

La historia va saliendo con el tiempo, y la arqueología se encarga de desenterrar, paso a paso, lo que fue la humanidad. Un ejemplo de ello es lo que ha salido a la luz en Gamiz-Fika, donde un equipo de arqueólogos ha hallado un yacimiento con arte rupestre que cambia por completo lo que se sabía sobre la Prehistoria en Vizcaya.
Además, en Lekeitio, la cueva de Armintxe ha revelado nuevas figuras que llevaban miles de años ocultas. Un descubrimiento que ha salido a la luz gracias al trabajo de documentación digital llevado a cabo por el equipo de investigación.
Encuentran en Vizcaya un yacimiento prehistórico con arte esquemático inédito
La Diputación Foral de Vizcaya lo presentó en el Museo de Arqueología. En pleno entorno de la ermita de San Pedro de Atxispe, en Gamiz-Fika, ha salido a la luz una cueva artificial (un hipogeo) con pinturas rupestres que, hasta ahora, no se había visto en la zona cantábrica.
El yacimiento, bautizado como Erlapiku, fue identificado el pasado 26 de junio por los arqueólogos Juan Carlos López Quintana y Juan Carlos Izagirre. Lo encontraron mientras trabajaban en una intervención de recuperación del entorno.
Esta no es una cavidad natural, sino excavada en roca: una entrada cuadrada de medio metro, unos escalones tallados y una cámara ovalada de cinco metros de largo, donde aguardan al menos 25 figuras humanas pintadas en rojo y negro.
Las imágenes son esquemáticas. No hay bisontes ni caballos. Aquí lo que aparece son cuerpos humanos simplificados, muchos con los brazos alzados o abiertos. Este tipo de arte (que no tiene nada que ver con el paleolítico clásico) se enmarca en la Prehistoria Reciente, entre los años 5000 y 1000 antes de nuestra era.
Han sido los investigadores Diego Garate y Primitiva Bueno quienes han validado la autenticidad del conjunto. Según sus análisis, el desgaste de las figuras, la concreción calcárea que cubre algunas, los restos de fuego en los paneles y la superposición de colores apuntan a una antigüedad sólida y a fases diferentes de pintura.
Una escena con figuras negras perfectamente alineadas y otra con siete siluetas rojas de brazos en alto destacan por encima del resto. Se repiten algunos patrones, aunque también hay variantes que podrían reflejar cambios en el uso o la intención simbólica del lugar. Hay paralelos en Álava, Portugal o Andalucía, pero en la cornisa cantábrica no se había visto nada similar.
Según ha subrayado la diputada foral Leixuri Arrizabalaga, este hallazgo demuestra que los primeros habitantes de Vizcaya no vivían aislados. Había conexiones culturales con otras zonas lejanas, y Erlapiku es una prueba clara de que el arte también era una forma de comunicar e identificarse en red.
Nuevo yacimiento en Armintxe con grabados de hace 19.000 años
Junto con Erlapiku, la Diputación ha anunciado otra novedad: nuevos grabados en la cueva de Armintxe, en Lekeitio. Mientras se trabajaba en la creación de un modelo 3D de la cueva (un gemelo digital impulsado por la Universidad de Burdeos), el equipo liderado por Iñaki Intxaurbe ha encontrado varias figuras que habían pasado desapercibidas.
Entre los nuevos hallazgos destaca una cabra subiendo por una pendiente, un bisonte enorme y otras dos figuras animales más pequeñas, probablemente otro bisonte y la silueta dorsal de un tercero.
Están grabados directamente sobre la capa de arcilla de las paredes, con los dedos o un instrumento romo. Se estima que tienen entre 19.000 y 16.000 años.
Además, se ha instalado un sistema de sensores que monitoriza en tiempo real las condiciones ambientales de la cueva: temperatura, humedad, CO₂ y nivel de agua. Esto es clave para proteger las figuras y anticipar cualquier riesgo que pueda dañar el arte rupestre.