Sánchez se gasta 56.000 euros en un único viaje en el jet de lujo para un mitin del 23J en Tenerife

El presidente del Gobierno, secretario general del PSOE y candidato socialista a la reelección, Pedro Sánchez, ha vuelto a tirar del lujoso jet privado cuyo alquiler cuesta 7.000 euros la hora para su segundo mitin de precampaña fuera de la península. 56.000 euros para un sólo vuelo de una partida de 450.000 euros que Ferraz ha destinado para desplazamientos y viajes. En la campaña del 28M se fundió la mitad de ese presupuesto en dos vuelos.

Sánchez ha vuelto a elegir la misma aeronave que usó en la mayoría de sus desplazamientos de la campaña del 28 de mayo para desplazarse a la isla tinerfeña de Tenerife para participar en un mitin junto al ministro Héctor Gómez y el presidente canario Ángel Víctor Torres. Un acto, por cierto, en el que una veintena de funcionarios de justicia han irrumpido obligándole a estar en silencio casi tres minutos.

Pese a que la salida del avión de la terminal corporativa de Madrid – Barajas estaba programada para las 8.15 de la mañana, la comitiva presidencial no ha despegado hasta prácticamente media hora más tarde, a las 8.42. Esa demora en la salida también ha provocado que Sánchez llegase al aeropuerto de Tenerife Norte en La Laguna catorce minutos más tarde de la hora prevista. Cuando pasaban once minutos de las 10 de la mañana.

Una vez en tierra, en esta ocasión, AENA ha hecho aparcar la aeronave en una zona más discreta que la anterior vez, para evitar que fuera grabado como entonces en unas imágenes que captó OKDIARIO en exclusiva. Pero el esfuerzo ha sido en balde. Pues este periódico ha vuelto a cazarle en una comitiva de ocho vehículos junto al avión privado.

El avión elegido por Sánchez cuenta con una altura de cabina de 1,88 metros y una anchura de 2,34 metros, un tamaño mayor al del Falcon oficial y en el que el presidente del Gobierno se desenvuelve mejor. El jet privado cuenta con espacio para hasta 10 pasajeros, alcanza los 891 kilómetros por hora y exige la presencia de, al menos, tres miembros de tripulación: un piloto, un copiloto y un técnico de cabina.

El aeroplano, que cuenta con una autonomía de siete horas, contiene en su interior todo tipo de comodidad para hacer el trayecto mucho más ameno. El jet privado se encuentra rematado con materiales que lo hacen muy acogedor. Todas las paredes del interior de la cabina están reforzadas con una madera brillante. El suelo del aparato está compuesto por una cómoda y clara moqueta.

Dentro de la cabina, el primer vistazo muestra cuatro enormes sillones tapizados en piel blanca. Cada uno de ellos, cuenta con una manta y una almohada propia. Estos asientos son reclinables y pueden girar sobre su propio eje para que cada pasajero los pueda orientar hacia donde más desee. Estos sillones duplican, con creces, el tamaño habitual de los asientos de los vuelos comerciales.