El PSOE votó hace un año en el Congreso acabar con las subvenciones a ONG antisemitas que ahora defiende

El PSOE de Pedro Sánchez votó hace un año en el Congreso de los Diputados a favor de acabar con las subvenciones a ONG antisemitas, ayudas que ahora defiende tras el ataque terrorista de Hamás a Israel. Los socialistas votaron ‘sí’ a la toma en consideración de una proposición de ley de la Asamblea de Madrid que PP y Vox llevaron a la Cámara baja el 4 de octubre de 2022 para impedir que subvenciones, ayudas y contratos públicos recaigan en entidades que fomentan el odio contra los judíos.

En su intervención, el diputado socialista Miguel González Caballero, electo por Ciudad Real, manifestó que su grupo compartía el «objetivo loable» de la iniciativa y que estaba dispuesto a «estudiarla» con el propósito de «enriquecerla», garantizando la «libertad de expresión». Sin embargo, esa mejora en la fase de enmiendas -tras el inicio de su tramitación- no llegó a completarse y la iniciativa caducó en la Comisión de Hacienda y Función Pública al disolverse las Cortes por las generales del 23J.

González Caballero no adelantó el sentido del voto del PSOE en el Congreso, que fue finalmente favorable (el diputado Pedro Sánchez no participó). Sin embargo, en el debate previo de la misma iniciativa que hubo en la Asamblea de Madrid, los socialistas se abstuvieron (Podemos y Más Madrid votaron en contra).

El texto que presentaron PP y Vox consideraba «justificada la necesidad de recoger de forma expresa en la legislación estatal aplicable la prohibición de contratar o de obtener la condición de beneficiario de una ayuda pública, o de actuar como entidad colaboradora, para todo tipo de entidad que incurra en prácticas discriminatorias por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o por motivos antisemitas o circunstancia personal o social».

En la exposición de motivos, el texto incluía «ejemplos contemporáneos de antisemitismo» como «pedir, apoyar o justificar muertes o daños contra los judíos, en nombre de una ideología radical o de una visión extremista de la religión.

La representante de la Asamblea por el PP, Almudena Negro, hoy alcaldesa de Torrelodones, alertó en el Congreso de la existencia en España de «asociaciones que, bajo supuestos principios humanitarios, lo que hacen es sumarse a campañas judeófobas o transmitir a la sociedad el antisemitismo moderno, asociaciones que se nutren de dinero público de todos los españoles», advirtió.

Ahora, en el debate suscitado en Europea sobre la suspensión de subvenciones públicas a ONG que defienden la «resistencia palestina», PSOE y Podemos, los dos partidos del Gobierno de coalición, se han posicionado en contra. Y ello, pese a que la trazabilidad de ese dinero se acaba perdiendo en muchos casos, como denuncian colectivos sionistas.

ONG vinculada al terrorista FPLP

Por ejemplo, tal y como ha publicado OKDIARIO, Addameer es unas de las ONG propalestinas que reciben más subvenciones de la Administración central, autonómica y local. Por ejemplo, la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo destinó en este ejercicio de 2023 una subvención de 78.000 euros a dicha asociación (también conocida como Prisioner Support & Human Rights Association, en inglés) para «la defensa de los derechos de las personas palestinas presas y detenidas en cárceles israelíes». Esta ONG antisemita sería el equivalente en España al colectivo de apoyo a los presos de la organización terrorista ETA.

Addameer tiene vínculos, según las autoridades israelíes, con el Frente Popular por la Liberación de Palestina (FPLP), considerado un grupo terrorista por su brazo armado, las brigadas Abu Ali Mustafá, las cuales también han entrado en la ofensiva contra Israel que lidera Hamás desde la Franja de Gaza.

Se da la circunstancia, además, de que ONG próximas a Podemos han participado estos días en diversas manifestaciones en España contra el «colonialismo israelí», donde se han gritado consignas antisemitas como «Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá», «No se llame justicia al genocidio» o «Un holocausto no justifica otro».