Sánchez enfrenta a España contra Israel: acusa a Netanyahu de «falsedades» y cierra filas con Belarra
Lejos de rebajar la tensión diplomática desatada por el Gobierno de España con Israel por las persistentes declaraciones del ala comunista del Ejecutivo a favor de los palestinos, el presidente Pedro Sánchez ha optado por enfrentarse abiertamente con Tel-Aviv y proteger a sus socios extremistas. Lo ha hecho a través de un comunicado oficial emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, en el que acusa a Israel de Gobierno mentiroso por otra nota previa de su Embajada en España que censuró las incendiarias declaraciones de Ione Belarra. La ministra de Sánchez y líder de Podemos –entre otros dirigentes de los socios del PSOE– lleva días dando oxígeno a los terroristas de Hamás con declaraciones públicas.
La tensión inicial provocada por el ala comunista del Gobierno ha acabado en crisis diplomática abierta entre España e Israel, lo que supone también una confrontación con Estados Unidos y con todos sus aliados occidentales.
El comunicado de la Embajada de Israel en España ha sido contestado por el Gobierno de Pedro Sánchez con más acusaciones contra el Ejecutivo del primer ministro Benjamín Netanyahu. El salto cualitativo que ha dado Sánchez es evidente: las declaraciones antisemitas de sus socios comunistas ya no son una posición de parte, sino compartidas por el Gobierno de España en su conjunto, con el presidente a la cabeza.
Moncloa ha ordenado al Ministerio de Asuntos Exteriores lanzar a última hora de la tarde de este lunes el incendiario comunicado de respuesta que ataca directamente a Israel, acusando al Ejecutivo de Netanyahu de lanzar «falsedades». Moncloa se pliega así a las posiciones de sus socios comunistas y cierra filas con Belarra.
La «libertad de expresión» según Sánchez
«El Gobierno de España rechaza tajantemente las falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel sobre algunos de sus miembros y no acepta insinuaciones infundadas sobre ellos», indica la nota de Exteriores. Y carga contra Tel-Aviv para cerrar filas con la ministra Belarra y defender sus ataques a Israel como fruto del derecho de «libertad de expresión». El comunicado de Exteriores lo dice así: «Cualquier responsable político puede expresar libremente posiciones como representante de un partido político en una democracia plena como es España».
Hay que esperar al tercer párrafo del comunicado avanzado por el Gobierno para encontrar una condena a los ataques terroristas con los que Hamás cometió una masacre de civiles en Israel. Eso sí, el comunicado de Exteriores incluye una afirmación que, hasta el momento, ha sido desmentida por palabra y obra desde el ala comunista del Gobierno.
Así, dice que «la posición del Gobierno de España en su conjunto con respecto a los ataques terroristas perpetrados por Hamás es clara: condena tajante, exigencia de liberación inmediata e incondicional de rehenes y reconocimiento del derecho de Israel a defenderse dentro de los límites marcados por el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario».
Belarra y los gritos de «Israel asesino»
La realidad, sin embargo, es que hasta ahora no ha habido ninguna declaración así por parte de Belarra y los suyos. Este domingo, en la manifestación en la que participó, se oyeron voces a favor de «la lucha Palestina», se gritó «Israel asesino» y algunos de quienes la secundaron se pronunciaron abiertamente a favor de Hamás.
En el mismo comunicado con el que el Ejecutivo de Sánchez se ha enfrentado abiertamente a Israel, se indica que «el Gobierno en su conjunto ha expresado reiteradamente la necesidad de distinguir a la población palestina del grupo terrorista Hamás, de proteger a la población civil de Gaza y la necesidad imperiosa de mantener los suministros básicos indispensables para el bienestar de dicha población».
La nota avanzada por Exteriores concluye con otra declaración oficial a favor de las tesis palestinas: «El Gobierno en su conjunto reitera que la única solución viable para alcanzar una situación de paz y estabilidad en la región es la solución de dos Estados que coexistan en paz y seguridad, tal y como ha sido avalado por Naciones Unidas».