Los golpistas presos de JxCat y ERC estuvieron separados en el Parlament y almorzaron con sus familias
Llegaron en furgonetas discretas con los cristales tintados y fueron recibidos como autoridad, con gritos de "¡libertad!" y aplausos en el legislativo.
Los golpistas presos salieron de la cárcel este martes para comparecer en una comisión de investigación del 155 en el Parlament. Duró 12 horas, cada uno de ellos declaró y por la tarde regresaron a prisión. A las 20:26 horas, uno de los máximos responsables de los Mossos d’Esquadra y el jefe de protocolo de la Generalitat Carles Fabró aparecían por las escaleras de honor del Parlament de Cataluña. Era el momento.
Automáticamente diputados e invitados empezaban a cantar Els Segadors junto a gritos de «¡libertad, libertad!». Tras el mosso y Fabró, un par de escoltas más y, en medio de una nube de policías y autoridades como Torra o Roger Torrent, los condenados por el procés se disponían a abandonar la Cámara catalana.
Los golpistas se mostraron relajados, incluso el ex titular de la consejería de Presidencia Jordi Turull bromeaba con Torra y Torrent durante la espera de los coches que les devolverían a Lledoners: «Si queréis podéis subiros vosotros a los coches y nosotros nos quedamos aquí».
Doce horas antes, Dolors Bassa, procedente de la cárcel figuerense de El Puig de les Basses, era la primera en llegar al Parlament recibida con todos los honores por el Govern. Minutos más tarde aparecían Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn. Los seis llegaban en furgonetas discretas, sin logotipos policiales, con los cristales tintados y escoltados por otro vehículo cedido por los Mossos. Todos eran trasladados a la sala de audiencias del despacho del presidente del Parlament, repartidos en dos espacios distintos separando los presos de JxCat y ERC.
Los seis presos estaban vigilados permanentemente por agentes de paisano pero sin ser esposados. En la sala donde permanecieron durante el rato que no estuvieron dentro la comisión, alrededor de diez horas, pudieron entrar los familiares y algunos compañeros de partido, que tenían que llevar un colgante identificador que les permitía la entrada. Al mediodía, la Generalitat permitió a los condenados almorzar, con catering de la restauración de la Cámara, junto a su familia y algunos diputados en el despacho de Roger Torrent.
Su paso por el Parlament creó una gran expectación. Decenas de periodistas aguardaban en el acceso poco más tarde de las ocho de la mañana para cubrir una nueva jornada histórica en el Parlament. Pocos pudieron entrar en la sala de grupos donde se celebraba la comisión pero, los que lo lograron, como la estrella de TV3 Pilar Rahola, se fundieron a besos y abrazos con alguno de los presos.
Los golpistas fueron citados por el 155, y se habló de todo menos de eso. Junqueras hizo un mitin, Turull abroncó a sus compañeros de JxCat y ERC por el espectáculo del lunes, Bassa se reivindicó y Forn cargó contra la oposición por las críticas vertidas sobre los Mossos.
Ciudadanos, que nunca ha asistido a esta mesa de investigación, acudió por primera vez y durante unos minutos, los necesarios para que Lorena Roldán exigiera a Oriol Junqueras que pidiera perdón. Después abandonaron la sala.
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