Martínez-Almeida: «Quedan 135 días para que Madrid vuelva a ser de todos los madrileños»
El recién nombrado candidato del Partido Popular al Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha agradecido este viernes al presidente de la formación, Pablo Casado, su confianza al designarle candidato a la Alcaldía de la capital para las próximas elecciones y ha añadido que "solo quedan 135 días para que Madrid vuelva a ser de todos los madrileños y de todos los españoles".
«Quiero agradecer la confianza que el presidente @pablocasado_ ha puesto en mí para que sea candidato del Partido en Madrid. Solo quedan 135 días para que Madrid vuelva a ser de todos los madrileños y de todos los españoles», ha escrito el portavoz de los ‘populares’ en Cibeles en su cuenta de Twitter.
Almeida fue proclamado a finales de abril del año pasado nuevo portavoz del Grupo Municipal del PP en el Consistorio de la capital tras la dimisión de Esperanza Aguirre a raíz de la detención y entrada en prisión sin fianza para el que fuera su delfín y expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
Quiero agradecer la confianza que el presidente @pablocasado_ ha puesto en mí para que sea candidato del Partido en Madrid. Solo quedan 135 días para que Madrid vuelva a ser de todos los madrileños y de todos los españoles.
— José Luis Martínez-Almeida (@AlmeidaPP_) January 11, 2019
Madrileño de 43 años, locuaz, irónico, punzante y rápido en sus argumentaciones, José Luis Martínez-Almeida pasó de ser el ‘número 3’ de Aguirre a jefe de la oposición, un puesto al que llegó aupado por un grupo municipal dividido en dos -lo eligieron en lugar de a Íñigo Henríquez de Luna- y tras ser el candidato ‘oficioso’ de la entonces presidenta del PP y de la Comunidad, Cristina Cifuentes.
Pero, a pesar del beneplácito del «nuevo PP» de Cifuentes, este abogado del Estado nunca marcó distancia con el viejo PP de Aguirre, quien ahora apoya y acompaña públicamente el liderazgo de Pablo Casado, y tampoco se alejó de la ex presidenta, que fue quien le introdujo en la política, primero entre bambalinas y después en su lista al Ayuntamiento.
Tras el adiós, en abril de 2017, de Aguirre, Martínez-Almeida dejó claro que la popular seguiría siendo «referente» y, en una entrevista con Efe, defendió que había sido una «magnífica candidata» y que aunque se hubiese equivocado eligiendo a Ignacio González no se le imputaba «ningún tipo de actuación irregular».
En el Palacio de Cibeles, con un tono bronco y burlón Martínez-Almeida ha apostado por un giro, un cambio en la estrategia del partido como la de colocar banderas en los balcones ante la cercanía de la consulta del 1 de octubre en Cataluña, ha repartido constituciones y ha dividido al grupo del Gobierno en votaciones a cuenta de Venezuela o las acciones de la CUP.
Además, ha apostado por llevar a los tribunales las decisiones de Manuela Carmena (Ahora Madrid), denunciando la municipalización del servicio de bicicletas, donde el PP ve «sobrecoste», la puesta en cuestión del Open de Tenis por parte de Celia Mayer y Carlos Sánchez Mato o la ordenanza de movilidad sostenible, con el objetivo de tumbar Madrid Central.
En los últimos meses ha hecho de la corrupción su caballo de batalla, acusando a Manuela Carmena de crear una red clientelar mediante subvenciones -la mayor parte concedidas en procesos con concurrencia- a ONG vinculadas en mayor o menor medida a Ahora Madrid y de llevárselo «crudo».