Euskobarómetro: el 15% de los vascos sigue temeroso de expresar sus ideas políticas a causa de ETA
El 70% de los vascos percibía miedo en su entorno para participar en política durante los «momentos más duros de ETA» y, en la actualidad, todavía un 15% tiene temor a expresarse políticamente. Los nacionalistas vascos percibían en su entorno menos miedo que los que no lo eran y ello hacía que partidos como PP o PSE-EE partieran de una posición «de desventaja en la contienda electoral», según un informe del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.
Estas conclusiones se incluyen en el estudio ‘La estrategia del miedo. ETA y la espiral del silencio en el País Vasco’ que ha sido presentado este jueves en Bilbao por el director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez, y por los autores del estudio, el catedrático de Ciencia Política de la UPV/EHU y director de Euskobarómetro, Francisco J. LLera, y el profesor en el área de Ciencia Política de esta universidad, Rafael Leonisio.
El trabajo se ha realizado a partir de las 36 oleadas del Euskobarómetro, entre 1995 y enero de 2016, con las respuestas de 44.036 personas sondeadas.
En la presentación, Domínguez ha señalado que, en la actualidad, una parte de la sociedad tiene «la tentación de pasar página» e «ignorar lo ocurrido, empezando de cero». Sin embargo, ha indicado que, aunque ha desaparecido la actividad violenta de ETA, no han desaparecido las «secuelas del terrorismo» y ha recordado a los familiares de los asesinados, a la personas que sufrieron heridas y lesiones psicológicas. «A todos les debemos recuerdo», ha añadido.
Sin embargo, ha asegurado que hay otra parte de la sociedad que quiere conocer lo ocurrido, al igual que el Centro Memorial y ello no sólo como «homenaje» a las víctimas, sino para «sacar lecciones de esa etapa terrorista» para «deslegitimar política y socialmente el terrorismo sufrido».
A su juicio, ésa es la «mejor vacuna» para prevenir «futuras tentaciones de retorno a la violencia». «Si dejamos abierta cualquier tipo de compresión o justificación sobre lo que ha ocurrido nos arriesgamos a que alguien mañana vuelva a enarbolar la bandera de la violencia», ha afirmado.
Domínguez ha indicado que, desde el momento en que ETA «opta por el terrorismo», va «implícito» una decisión de «intimidar y amedrentar» a la sociedad y las instituciones. El director del Centro Memorial, que ha recordado algunos de los mensajes de ETA para extender el miedo, ha indicado que esa actitud se mantuvo hasta «el momento de echar la persiana» por parte de la banda armada.
El «éxito» de ETA
Según Domínguez, ETA tuvo «éxito» porque consiguió desarrollar «un miedo asimétrico» porque no todas las partes de la sociedad vasca tuvieron «el mismo grado de miedo» y ello se debía que no todas tenían sobre ellos «el mismo nivel de amenaza».
En concreto, según las conclusiones de este estudio, que han sido detalladas por Francisco J. Llera, el miedo a participar en política, «en los momentos más duros» ha afectado a más de la mitad de la población y ha llegado incluso al 70% de la sociedad. Por lo tanto, ha asegurado que la percepción del miedo ha sido, «en muchos momentos», «abrumadora y mayoritaria». Esta percepción disminuye en épocas de «baja intensidad terrorista» y, sobre todo, tras el cese de la acción violenta de ETA.
El estudio detalla que, en mayo de 2001, tras la ruptura de la tregua de Lizarra y el reinicio de los atentados, fue cuando se elevó al 70% el porcentaje de vascos que percibía miedo en el ambiente y, cinco años después, con el alto el fuego, sólo lo percibía un 24%.
En la actualidad, según ha precisado Llera, se está en una situación «completamente distinta» porque la amenaza «no se percibe tan directamente», si bien ha precisado que todavía alrededor de un 15% percibe miedo en su entorno para expresarse políticamente, según datos de septiembre de 2016.
Llera, que ha indicado que los terroristas «sabían muy bien cómo conseguir la espiral del silencio», ha manifestado que esa percepción del miedo ha tenido un impacto que ha sido «asimétrico».
En concreto, según el estudio, los nacionalistas vascos percibían en su entorno menos miedo que aquéllos que no lo eran. Los votantes del PP y del PSE sentían más temor a participar en política que los del PNV y la izquierda abertzale.
El estudio señala que, según la media del periodo de 1995 a 2011, antes del cese definitivo del terrorismo de ETA, los votantes del PP percibían casi tres veces más temor que los de la izquierda abertzale. El informe precisa que el 79% de los votantes del PP decía que percibía mucho o bastante miedo, frente a un 28% de los de la izquierda abertzale, un 63% de los socialistas o un 37% de los del PNV.
El estudio también constata que los que percibían más miedo eran los que se sentían sólo españoles o más españoles que vascos y menos quienes se definían como solo vascos o más vascos que españoles. En el periodo de actividad de ETA, el 64% de las personas que se consideraban nacionalistas declaraba que en su ambiente existía poco o ningún temor, un porcentaje que se reducía 20 puntos (44%) en las personas no nacionalistas.
El informe afirma que la libertad para participar en política se vio gravemente coartada en el País Vasco y ETA «supuso una merma de los derechos democráticos más básicos de la ciudadanía». En este sentido, apunta a que el hecho de que ese miedo no fuera homogéneo, «afectando de manera desigual a los diferentes electorados», lleva a pensar que las formaciones no nacionalistas (PP, PSE-EE, UPN, UA, etc) partían de una posición de desventaja en la contienda electoral». «Por tanto, puede considerarse que el principio de igualdad política quedó en parte desvirtuado», señala el estudio.
El catedrático ha afirmado que, si lo que prima es el «miedo, el estigma, nos encontramos con el programa de ETB1 sobre los españoles».
Una sociedad «no normalizada»
El autor del estudio ha indicado que no se atrevería a decir que, en estos momentos, no existe un mapa político normalizado» y ha manifestado que lo que hay es una sociedad que «no está normalizada y el comportamiento político forma parte de esa sociedad».
A su juicio, hay que cuestionar nuestro estado de salud «democrática, cultural y de relaciones sociales y de convivencia». Según ha explicado, la sociedad alemana tuvo que «desnazificar Alemania» y «nosotros no hemos acabado de desnazificar esta sociedad y algunos no tienen ningún interés en hacerlo».
Por último, Llera ha destacado que también han percibido más miedo los más religiosos, los situados a la derecha en la escala ideológica, los guipuzcoanos y los habitantes de municipios más grandes. El estudio señala que, a partir de 2012, las diferencias se van «atenuando», ya que «el causante del miedo está en fase de desaparición»