La tabla oficial de las pensiones que van a cobrar los autónomos en España según la base de cotización
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Cuando se trata de pensiones, una de las cosas que más suelen preocupar es la diferencia, más que evidente, que existe entre lo que cobran los autónomos con respecto a los asalariados. Según las cifras oficiales existe una auténtica brecha que sigue creciendo a pesar de las reformas y las subidas periódicas que aprueba el Gobierno. La última actualización de la Seguridad Social confirma que, en octubre de 2025, la distancia entre ambos grupos ya supera los 500 euros mensuales de media.
De este modo, mientras que un pensionista del Régimen General percibe más de 1.430 euros de media, los trabajadores por cuenta propia se quedan muy por debajo. Y no hablamos de casos puntuales: en casi el 60% del país la pensión media de los autónomos no llega a 900 euros, una cifra que está muy lejos del nivel del salario mínimo actual. Es la UPTA quien ha puesto el foco en esta desigualdad, insistiendo en que afecta a la capacidad real de miles de autónomos para afrontar su jubilación. Incluso después de la reciente revalorización del 2,8%, la pensión media de jubilación del RETA sigue en 1.011,59 euros, casi un 40% menos que la del Régimen General. Y lo más importante: las diferencias no dependen únicamente de cuánto se ha ganado a lo largo de la vida laboral, sino del modo en que se cotiza y de cómo la Seguridad Social calcula la pensión de cada colectivo.
Cómo se calcula las pensiones de los autónomo según su base de cotización
Las pensiones de los autónomos dependen de tres factores clave:
- Los años cotizados.
- La edad de jubilación.
- La base reguladora, que se genera a partir de las bases de cotización.
La base reguladora se calcula sumando las cotizaciones de los últimos 300 meses (25 años) y dividiéndolas entre 350. Esa es la fórmula. La diferencia esencial respecto a los asalariados es que, en el caso de los autónomos, la Seguridad Social no completa los periodos no cotizados con la base mínima. Es decir, si hay meses sin cotizar, el resultado de la pensión baja.
Para cobrar una pensión contributiva mínima es necesario haber cotizado al menos 15 años, con dos de ellos dentro de los últimos 15. Esa carrera otorga el 50% de la base reguladora. Para llegar al 100%, el trabajador debe haber cotizado 38 años y 3 meses como mínimo. Si no se alcanza esa cifra, el porcentaje se ajusta según los años trabajados.
La tabla oficial: pensiones mínimas garantizadas para autónomos
Aunque el importe final depende de la base de cotización de cada autónomo y de su historial de cotizaciones, también existen cantidades mínimas garantizadas que fija la Seguridad Social.
Estas son las cuantías oficiales según la situación familiar:
- 65 años o más con cónyuge a cargo – 1.127,6 € al mes (14 pagas) – 15.786,4 € al año
- 65 años o más sin cónyuge a cargo – 874,4 € al mes (14 pagas) – 12.241,6 € al año
- Menores de 65 años con cónyuge a cargo – 1.127,6 € al mes (14 pagas) – 15.786,4 € al año
- Menores de 65 años sin cónyuge a cargo – 818 € al mes (14 pagas) – 11.452 € al año
Estas son las cifras que actúan como una base para quienes cumplen los requisitos mínimos. Todo lo que esté por encima dependerá directamente de la base de cotización que el autónomo haya mantenido a lo largo de su vida laboral.
Por qué tantos autónomos cobran pensiones más bajas
Durante muchos años, una parte importante del colectivo optó por cotizar siempre por la base mínima. Ante la incertidumbre de iniciar un negocio o los meses en los que las ventas o lo que se factura es poco, cotizar por el mínimo es lo más accesible y lo que permite mantener la cuota mensual bajo control. El problema es que esa elección se traslada directamente a la pensión futura y a lo que en definitiva, se va a cobrar.
Además, existía una práctica habitual: subir la base solo en los últimos años, para intentar mejorar la pensión final. Con el nuevo sistema de cotización por ingresos reales, esto ya no es posible, por lo que la diferencia histórica se mantiene y muchos autónomos arrastran bases muy bajas en la parte más determinante de su vida laboral.
Cómo pueden mejorar su pensión los autónomos
La diferencia con el Régimen General no es sencilla de eliminar, pero sí que existen caminos que pueden servir a los autónomos para mejorar la cuantía final. Las recomendaciones de distintos expertos y gestorías coinciden en tres puntos:
- Aumentar la base de cotización con antelación. Ya no se puede hacer el último sprint antes de la jubilación. Hay que planificarlo con años de margen.
- Complementar con un plan de pensiones privado. Las aportaciones son deducibles hasta 1.500 euros anuales.
- Aprovechar los planes de empleo. Estos permiten deducciones de hasta 5.750 euros anuales, siempre que no superen el 30% de los rendimientos netos.
Son medidas que no sustituyen a la pensión pública, pero sí ayudan a reforzar lo que finalmente recibe cada autónomo cuando llega la jubilación.