Popular negocia en exclusiva con Blackstone la venta de sus activos tóxicos derivados del ladrillo
Banco Popular ha iniciado un proceso de negociaciones en exclusiva con Blackstone para transferir al fondo norteamericano una participación mayoritaria en la cartera de activos inmobiliarios por importe de 30.000 millones de euros que la entidad puso a la venta el pasado 30 de junio.
En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Banco Popular, filial de Santander desde su resolución el pasado 7 de junio, ha informado de que ha recibido en los últimos días distintas ofertas vinculantes de varios inversores interesados en la adquisición de una participación mayoritaria en esta cartera.
La operación, no obstante, no podrá cerrarse hasta que las autoridades de competencia de la Unión Europea (UE) den el visto bueno a la adquisición de Popular por parte de Santander.
«En tanto se proceda a la consideración y decisión de la operación, que se producirá una vez constatado el cumplimiento de las restricciones en materia de competencia derivadas de la adquisición de Banco Popular, se ha concedido un periodo de exclusividad a Blackstone para la continuación de las negociaciones», ha informado Popular.
El pasado 30 de junio, Banco Popular comenzó un proceso de búsqueda de compradores para una cartera de activos tóxicos ligados al sector inmobiliario por importe de 30.000 millones de euros, aproximadamente, para el cual cuenta con el asesoramiento de Morgan Stanley.
En el marco de este proceso, el consejo de Popular también acordó el pasado 30 de junio recomprar el 51% que no controlaba en Aliseda a los fondos de capital riesgo Värde Partners y Kennedy Wilson Holdings por 180 millones de euros. Según Voz Pópuli, que adelantó la noticia junto a El Confidencial, la gestión de la participación que adquirirá Blackstone quedará delegada en Aliseda.
Durante la presentación de los resultados semestrales de la entidad, el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, mostró su confianza en que recibirían ofertas por los activos inmobiliarios de Popular en los niveles, o algo por encima, a los que los adquirieron, aunque descartó obtener plusvalías significativas.