Multitudinaria concentración en contra del Gobierno de Armengol en Palma por hundir la hostelería
La que iba a ser una manifestación para protestar en contra del cierre de la hostelería se ha convertido en una concentración en contra del Gobierno de Armengol. Entre gritos de «libertad» o «Armengol a prisión» se puede percibir el enfado de este sector. La marcha se había convocado para protestar contra las restricciones por el Covid-19 que han implicado el cierre de miles de negocios de hostelería, además de otros profesionales de diversos sectores que han querido participar y reclamar más ayudas.
Entre los asistentes se encontraban algunos manifestantes a pie y organizadores de la convocatoria esperando a que termine el acto. Entre ellos figura el promotor del movimiento #YoteApoyo, Víctor Sánchez, saludando los coches que hacen sonar sus bocinas al pasar por Paseo Sagrera.
La manifestación se ha iniciado frente el Parc de la Mar, a la altura de la Catedral de Palma, con cerca de unas 400 personas a pie en los alrededores, aunque esta cifra inicial ha ido aumentando a medida que avanzaba la jornada. La delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo ha anticipado que participaban 400 personas a pie y 200 coches, según cifras provisionales en un momento más inicial de la marcha. Víctor Sánchez calcula que al menos unos 500 coches se habrían sumado a la protesta, según informa Europa Press.
La manifestación había sido autorizada por la Delegación del Gobierno con la condición de que se hiciera en coche y sin bajarse de los vehículos, para cumplir con las medidas de seguridad por el coronavirus. Sin embargo, numerosas personas se han sumado a pie, con pancartas y haciendo sonar cacerolas, al grito de ‘Armengol dimisión’.
Al principio de esta marcha un grupo de manifestantes a pie ha invadido la calzada con una pancarta, ignorando las indicaciones de la policía. Algunos asistentes se han encaramado a la medianera que separa los dos sentidos de la circulación. El grupo que ha participado en la marcha desde el Consolat de Mar, bajo la vigilancia de un grupo de agentes de Policía Nacional se ha trasladado al Ayuntamiento de Palma y la policía se encuentra allí identificando a los manifestantes y disolviendo la concentración.
Incidentes
La Policía Nacional ha tenido que reducir a un manifestante que participa en la protesta por el cierre de la hostelería, durante un alboroto en la plaza de Cort. El incidente ha comenzado cuando uno de los participantes ha empezado a increpar al convocante de la concentración motorizada, Ángel Galeote, porque éste deseaba marcharse. Al parecer, los agentes han intervenido para separarlos y se han llevado aparte al manifestante, detrás de un furgón policial, mientras que Galeote ha sido conducido a unos metros de distancia.
Entonces, un tercer manifestante se ha abalanzado corriendo en esa dirección, y unos agentes le han interceptado y reducido, mientras el resto formaba un muro para evitar que nadie pasara. Posteriormente se han llevado al manifestante.
En aquel momento quedaban en la plaza de Cort alrededor de un centenar de personas, que se negaban a marcharse. Cabe recordar que la Delegación del Gobierno había autorizado la protesta motorizada, con la condición de no bajarse de los vehículos, pero no una marcha a pie como ha terminado celebrándose en la zona del Parlament y el Ayuntamiento. Posteriormente se han ido marchando asistentes, hasta que ha quedado alrededor de una quincena que insistía en que no abandonarían el lugar voluntariamente. Tras unos minutos la policía ha procedido a identificarlos.
Momentos antes, Galeote había explicado, en declaraciones a los medios, que aunque la protesta a pie no estaba autorizada, al ver «tanta gente» había decidido «junto a la policía» acompañarles para «llevarlos por el camino y dirigirlos un poco». En este sentido, ha negado que él los haya «instigado», sino que se ha limitado a «dirigirlos para que todo saliese bien».
El convocante de la protesta también ha dicho no tener «miedo» de posibles sanciones asegurando que si le vuelven a multar pagarán la sanción «entre todos».