Ibercaja sigue reduciendo empleo tras deshacerse de 1.600 trabajadores en nueve años

Ibercaja sigue con su particular política de reducción de plantilla en la que lleva instalada desde hace años con el objetivo de aliviar sus gastos estructurales y, así, sanear su cuenta de resultados. La antigua Caja aragonesa de referencia es el banco líder en Aragón, su mercado geográfico nativo. Por ello, la destrucción de empleo en Ibercaja Banco impacta de lleno en el mercado laboral de la región, en particular en el sector financiero, si bien esta política de recortes de plantilla ha afectado también a su red repartida por el resto de España. En 2022 se eliminó otros 86 puestos de trabajo. En solo nueve ejercicios, desde 2013, ha acabado con 1.617 empleos.

Esta demoledora senda de supresión de puestos de trabajo en Ibercaja se viene produciendo de forma especialmente acusada desde el año 2013. Fue cuando la entidad absorbió el grupo Caja3, la fallida fórmula por la que provisionalmente optaron la aragonesa Caja de Ahorros Inmaculada (CAI), Caja Círculo de Burgos y Caja de Badajoz para mantenerse a flote. La crisis financiera desnudó las debilidades de esas tres cajas, y su integración no fue suficiente. Ibercaja acabó haciéndose cargo de Caja3, pero eso supuso el principio del fin para gran parte de la red de oficinas de la vieja CAI, que se solapaban en Aragón con las que tenía Ibercaja.

Un 25% menos de empleados que en 2013

El resultado de la absorción de Caja3 por parte de Ibercaja fue una plantilla total de 6.411 trabajadores repartidos en 1.407 oficinas. Las cifras actuales quedan muy lejos de aquellas. Según la última memoria de cuentas anuales de Ibercaja, este banco sumaba a 31 de diciembre pasado un total de 4.794 empleados. Es decir, 1.617 menos que a 31 de diciembre de 2013, lo que significa que en solo nueve años ha fulminado una cuarta parte de los puestos de trabajo que tenía.

Tras digerir la absorción de Caja3, Ibercaja emprendió el ajuste de plantilla entre sus propios empleados. Es decir, entre su plantilla natural. Lo ha hecho a través de sucesivos pactos de bajas con los representantes sindicales. Y eso ha tenido también un coste relevante para la entidad.
Según los datos recopilados por OKDIARIO a partir de las propias memorias de Ibercaja Banco, en el trienio 2020-2022 ha desembolsado 168 millones de euros en indemnizar a los empleados de los que se ha prescindido. En estos tres ejercicios, el mayor coste por despidos lo registró en 2020, un total de 151,07 millones de euros. En 2021 abonó por el mismo concepto 16,33 millones, y otros 669.000 euros el año pasado.

Esos continuos recortes de plantilla -como la del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) del año de la pandemia- acaban aliviando el coste estructural de personal en una entidad, Ibercaja Banco, necesitada de desprenderse de personal para apuntalar su cuenta de resultados. Es una fórmula por que se ha generalizado en el sector financiero ante el estrechamiento de márgenes.

En 2022, Ibercaja registró unos gastos de personal de 331,87 millones de euros. En 2021 ascendieron a 375,18 millones, y a 502,57 millones en 2020, el ejercicio en el que tuvo que hacer frente al grueso de indemnizaciones por su último gran plan de ajuste de plantilla.

Mayoría de mujeres pero no en dirección

De los 4.794 empleados que tenía esta entidad a 31 de diciembre pasado, la mayoría son mujeres, un total de 2.421 empleadas. Sin embargo, ellas son acusada minoría en las estructuras directivas de Ibercaja Banco.

Según los propios documentos oficiales de la compañía, de los doce miembros de la alta dirección de la entidad, solo tres son mujeres. Y de los 1.888 trabajadores que componen el siguiente peldaño, el de mandos, hay 713 mujeres frente a 1.175 hombres. Donde ellas sí son mayoría es en el peldaño siguiente, el inmediatamente inferior: de 2.418 trabajadores, 1.451 son mujeres.